Editorial de Gestión. Hay que comenzar a pensar en cómo hacer que los montos ahorrados se vuelvan productivos. (Foto: iStock)
Editorial de Gestión. Hay que comenzar a pensar en cómo hacer que los montos ahorrados se vuelvan productivos. (Foto: iStock)

AHORROS. En épocas de incertidumbre económica, cuando la estabilidad laboral no es una seguridad ni siquiera para quienes tienen empleos formales, es bastante difícil planificar compras a mediano y largo plazo; es más, hay que pensar con cuidado realizar algún consumo superfluo. Lo sensato es ahorrar, pues no se sabe qué puede pasar. Y si la crisis es provocada por una pandemia, en un país con un sistema de salud –pública y privada– que no puede darse abasto, también es muy juicioso mantener en reserva un monto considerable por si uno o algún miembro de la familia resulta contagiado y llega a necesitar, digamos, oxígeno.

Por tanto, es lógico que el ahorro se haya incrementado el año pasado a tasas de dos dígitos. Según el BCR, los depósitos en el sistema financiero aumentaron 22.8% en diciembre último (hasta S/ 342,326 millones), respecto del mismo mes del 2019, mientras que el monto administrado por los fondos mutuos cerró el 2020 en S/ 41,456 millones (22.7% de crecimiento). El ahorro que disminuyó fue el de largo plazo que manejan las AFP, debido a los retiros autorizados por el Congreso y el Ejecutivo. Si bien hubo quienes usaron ese dinero para comprarse una TV más grande o reemplazar su carro, muchos prefirieron guardarlo o confiárselo, justamente, a algún fondo mutuo.

Según el presidente del BCR, Julio Velarde, el ahorro privado equivalía a 26.4% del PBI en el tercer trimestre del 2020, la tasa más alta de los últimos 30 años, época en que el país sufría otra gran crisis económica que incluía una inflación que constreñía cualquier plan a futuro. Se espera que la economía se recuperará de la actual crisis más rápido que en los años 90, aunque hay que comenzar a pensar en cómo hacer que los enormes montos ahorrados se vuelvan productivos cuando la pandemia y la incertidumbre amainen.

Al respecto, Velarde ha señalado que el BCR busca hacer más atractivos los créditos hipotecarios, vía una mayor reducción de las tasas de interés. Dado que la autoridad monetaria bajó al mínimo su tasa de interés de referencia (hasta 0.25%) en abril del año pasado, ha echado mano de otros instrumentos como los “repos” y “swaps”, condicionados a la expansión de créditos a largo plazo. El Ejecutivo también ha puesto de su parte, con la flexibilización de los requisitos para acceder al programa Mivivienda.

Un componente clave del ahorro a largo plazo productivo son las AFP, pero los intentos del Congreso por crear su propia “reforma” de pensiones no hacen más que generar mayor incertidumbre.