Editorial de Gestión. La invasión militar de un país soberano no puede ser permitida. (Foto: AFP)
Editorial de Gestión. La invasión militar de un país soberano no puede ser permitida. (Foto: AFP)

SANCIONES A RUSIA. Tras negarlo en varias ocasiones, el presidente ruso Vladímir Putin ordenó la invasión de Ucrania, sumiendo al mundo en una situación de tensión inesperada. Si bien Estados Unidos advirtió en reiteradas ocasiones de una inminente invasión rusa, la ofensiva militar tomó por sorpresa a varios, pues vuelven escenas que se pensaban habían quedado en el pasado.

Desde hace cinco días el mundo es testigo de la cruenta guerra que lleva a cabo Rusia, cuyas impactantes imágenes reflejan el dolor de los miles de ucranianos que han tenido que huir de su país.

Ante la arremetida de Putin, los países de Occidente han implementado una serie de sanciones contra Rusia, como prohibiciones a las negociaciones con algunos de sus bancos, el congelamiento de las reservas de divisas de su banco central y de los de activos de algunos bancos. Se ha anunciado también la exclusión de algunas entidades financieras de la red de intercambio interbancario SWIFT. La restricción de las exportaciones de componentes electrónicos es otra de las sanciones impuestas, y muchas otras aún pueden llegar.

Como primeras consecuencias de las sanciones, el rublo se desplomó y el banco central ruso tuvo que duplicar su tasa de interés, mientras que las primeras estimaciones apuntan a un impacto de hasta dos puntos porcentuales menos en el crecimiento del PBI ruso.

Mientras que en Ucrania continúan los combates y se ha dado inicio a unas negociaciones entre Kiev y Moscú, el impacto de la invasión se evidencia con el alza de los precios del crudo, trigo y de otras materias primas.

Rusia produce el 6% del aluminio del mundo, poco más de 3% del cobre y el 7% del níquel. Es también el mayor productor mundial de paladio, el tercero en cuanto al oro, además de gran productor de fertilizantes y uno de los cuatro mayores exportadores de maíz. Junto a Ucrania proveen también casi el 30% de las exportaciones mundiales de trigo y el 80% de las ventas de aceite de girasol.

Si bien es de esperarse que las sanciones sumen mayor presión a la inflación que muchas economías del mundo enfrentan, se hace necesaria la implementación de medidas que dejen muy en claro que la invasión militar de un país soberano no puede ser permitida.

Asimismo, la ofensiva militar rusa deja también en claro que lo mejor es estar preparado para escenarios que hasta hace solo días parecían poco probables que sucedieran. Por lo pronto, queda prepararse para la repercusión económica que tendrán las sanciones y los posibles nuevos conflictos que puedan surgir posteriormente.