Caos. La situación del país en la que se agudizan los paros y las amenazas en las regiones contra el Gobierno, como el hecho de que en una semana el Gobierno tuvo 24 reuniones y no logró acuerdos inmediatos, revela la total incompetencia de la gestión de Pedro Castillo, la cual no es de ahora, sino que ha ido en crecimiento desde su primer día.
Luego del Consejo de Ministros descentralizado realizado en Huancayo, las diferentes regiones han empezado a exigir una reunión similar para presentar sus “pliegos de reclamos”, ignorando que estos encuentros solo están siendo utilizados como una forma de catarsis para los representantes de la población y una plataforma para agudizar los problemas por parte del titular de la PCM, pero que no logran ninguna solución concreta. Ejemplo de ello fue la presencia de Aníbal Torres el lunes en Cusco, donde solo acudió para echar más leña al fuego y crear una mesa de diálogo para demorar seis meses en presentar propuestas de solución.
Sin embargo, todo lo que sucede en realidad podría responder a una estrategia del Gobierno para generar caos y crear las condiciones para que la gente crea, equivocadamente, que una Asamblea Constituyente puede ser la solución. Por lo pronto, Perú Libre ya presentó un proyecto.
En tanto, el Congreso ha decidido mantener un perfil bajo con la excusa de la semana de representación y evita tomar “el toro por las astas” y trabajar en el pacto político que el país requiere y que debería recaer en las fuerzas elegidas por la población. Con ello, le ha dejado el campo libre a congresistas como Guillermo Bermejo, que utilizando al cardenal Pedro Barreto, que solo se representa a él, busca erigirse como abanderado del pacto político, olvidando que si era criticable la intromisión de Cipriani en política también lo es la de Barreto. Los parlamentarios no se dan cuenta que sin diálogo con miras a un pacto social la próxima mesa directiva podría caer en manos, ya no de la oposición, sino de quienes no tienen una posición clara y apoyan al Gobierno solo en función de las obras que consiguen del presupuesto.
Mientras tanto, la situación de Las Bambas y Cuajone se ha agravado y seis de los diez principales productores de cobre han tenido caídas en su producción, lo que podría ser el inicio del fin de la gallina de los huevos de oro. El país va camino a la inviabilidad con un gabinete sin credibilidad, un premier incendiario, y lo que es peor, un mandatario sin liderazgo, al que el alcalde de Moche le hace un desaire y él responde con una risa nerviosa, confirmando que las autoridades le han perdido el respeto. El país va a la deriva.