‘TREGUA’ FALLIDA. El presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, tras juramentar prometió que su gabinete sería dialogante y que no tenía ánimo de confrontar. Sin embargo, no pasó ni una semana para que lanzara un ataque al Congreso llamándolo golpista. Luego el Congreso, antes que responder al ataque prefirió llamar al diálogo y la concertación, incluso más de un miembro de las bancadas habló de “tregua”. Frente a ello, Torres ofreció disculpas a los legisladores.
Pero la “tregua” no duró mucho, pues inmediatamente los congresistas se dieron cuenta de que la opinión pública no estaba de acuerdo con esta actitud, sobre todo respecto de las bancadas que habían sido más críticas al Gobierno y que habían impulsado algunas denuncias o interpelaciones. El Gobierno no se quedó atrás y anunció que no retirará las denuncias contra la presidenta del Legislativo, manteniendo así la tensión política.
Casi dos semanas después del cambio de Gabinete la incertidumbre política ha reaparecido con bríos y es claro que eso va a pasar factura a la economía, pues varias decisiones de política económica se han paralizado y ya empiezan las agencias calificadoras, como Standard & Poor’s, a señalar que si continúa la fragmentación política se generaría una rebaja en la calificación del país.
¿Qué esperar? En las últimas semanas el presidente Pedro Castillo no solo ha cambiado de look -ya no usa el sombrero-, sino que ha emprendido una serie de viajes al interior del país con un discurso muy similar al de su campaña. El mandatario parece creer que basta con viajar al lugar de los hechos y dar órdenes para lograr soluciones. Olvida que el liderazgo presidencial requiere que se diga cómo solucionarlo, de lo contrario nada se consigue. Salvo que esta serie de viajes sea una preparación para la campaña que se viene para la elección de gobernadores regionales y alcaldes.
Además, hay que tener presente que no basta que diga en calles y plazas que él no es corrupto, pues la percepción es que en su gobierno sí hay corrupción, y el mandatario evade las explicaciones que espera todo el país sobre las acusaciones y denuncias que se revelan casi a diario.
Además, aunque algunos partidos de la oposición han exigido la salida de cuatro ministros (Transportes, Energía y Minas, Salud y Defensa) como condición para otorgar el voto de confianza, el presidente y el premier los han respaldado, lo que indica que a pesar de las críticas no existe la intención de hacer ningún cambio en el Gabinete. Queda ver cuál será la actitud de la oposición en el Congreso para no caer en las idas y vueltas en las que siempre está inmersa.