Editorial de Gestión. El gobierno izquierda parece haber chocado con la realidad en corto tiempo, lo que puede frustrar sus planes. (Foto: Reuters)
Editorial de Gestión. El gobierno izquierda parece haber chocado con la realidad en corto tiempo, lo que puede frustrar sus planes. (Foto: Reuters)

CHILE. A poco más de un mes de asumir el cargo, el gobierno de izquierda de Gabriel Boric registra un nivel de desaprobación de 51%, según el último sondeo de la firma chilena Activa. Mientras la aprobación se redujo a 27.8%. Un sondeo de la chilena Cadem confirma que la desaprobación de su gobierno se encuentra en 50%.

La izquierda chilena ha perdido rápidamente el nivel de aprobación con el que inició su mandato. Ahora enfrenta alta inflación y menor crecimiento, sumado a la incertidumbre sobre cómo quedará la nueva Constitución

A nivel económico, el banco central redujo las perspectivas de crecimiento económico para este año, y aumentó sus pronósticos para la inflación. Ahora prevé una expansión de entre 1% y 2% el 2022, tras el fuerte rebote de 11.7% en el 2021. Incluso, no se descarta la posibilidad de una contracción de 0.75% en el PBI el próximo año.

Si bien el impacto de la pandemia se empieza a diluir, también se diluye el impulso económico que significaron las ayudas monetarias por la crisis sanitaria.

En tanto, la tasa de inflación anualizada llega ya a 9.4%, tras un alza de precios de 1.9% en marzo, la tasa mensual más elevada desde 1993. Eso ha llevado a que el banco emisor decrete drásticas alzas en su tasa de interés, llevándola a 7%. Y los aumentos aún no habrían llegado a su techo.

Las expectativas sobre la nueva Constitución tampoco muestran cifras alentadoras para Boric. Encuestas recientes revelan que si bien falta concluir la elaboración de la nueva carta magna, solo un 32% votaría por aprobarla, mientras que un 36.8% optaría por rechazarla. El entusiasmo respecto al trabajo de la Convención Constituyente parece diluirse entre los chilenos, quienes en su gran mayoría apoyaron la iniciativa tras las violentas protestas en el 2019.

Un eventual rechazo a la nueva Constitución en el referendo del 4 de setiembre puede abrir un escenario imprevisto en Chile, y complicaría mucho más al gobierno de Boric, quien de por sí tiene un duro desafío para cumplir con sus promesas populistas.

Aunque el Gobierno ha anunciado un plan de ayuda de US$ 3,700 millones, la ola inflacionaria, que reduce el poder adquisitivo de la población, y una prevista desaceleración del crecimiento, presionarán a Boric a incrementar aún más el gasto, comprometiendo su promesa de reducción del déficit fiscal.

El gobierno de izquierda parece haber chocado con la realidad en corto tiempo, lo que puede frustrar sus planes. Esa frustración podría llevarlo a dictar medidas que deterioren las perspectivas.

Habrá que estar atentos al desenlace en Chile sobre su nueva carta magna, sobre todo por qué en nuestro país sigue rondando la idea equivocada de plantear una Asamblea Constituyente, con la anuencia del presidente Castillo, pues si bien dijo que no estaba en sus planes, deja que sus partidarios la promuevan.