Claro y Bitel se opusieron a la propuesta de Osiptel. (Foto: USI)
Claro y Bitel se opusieron a la propuesta de Osiptel. (Foto: USI)

REGULACIÓN. El Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel) se convirtió la semana pasada en el primer organismo público peruano en ser evaluado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el marco de la implementación de las políticas consideradas en el “Programa País”. Si el Perú cumple con las mejoras que proponga ese programa, podrá ser invitado a integrarse a este foro internacional –compuesto por democracias que en su mayoría poseen economías desarrolladas–.

El proceso con Osiptel durará 16 meses y contempla realizar comparaciones de sus operaciones con las mejores prácticas de otros reguladores de la OCDE en materia de Internet, telefonía fija y móvil, y televisión por cable. Se trata entonces de un desafío enorme puesto que los rankings relacionados con servicios, infraestructura e innovación del mercado de telecomunicaciones son liderados por países que conforman ese foro, mientras que el Perú suele ubicarse de media tabla para abajo.

Esta oportunidad para aprender de las experiencias de países más adelantados que el nuestro en materia de regulación de las telecomunicaciones debe ser aprovechada al máximo, pues de acuerdo con los estudios comparativos realizados a nivel global, los estándares de la calidad del servicio en el Perú necesitan seguir mejorando. Así, aspectos como la velocidad de conexión, cobertura, seguridad, variedad de productos, precios y atención al cliente, entre otros, requieren una regulación eficaz y que no se rezague ante los retos que imponen las nuevas tecnologías.

El sector de las telecomunicaciones es el que más innova (en los países desarrollados), sobre todo en tecnología digital, de modo que los reguladores están obligados a mantenerse al día a fin de asegurar la protección a los consumidores. Por ejemplo, algunos países de la OCDE ya están comenzando a regular el funcionamiento de las llamadas criptomonedas, puesto que tienden a ser utilizadas para la realización de actividades ilícitas.

Los nuevos productos y servicios tienden a demorar su llegada al Perú, así que Osiptel tendrá algo de tiempo para adecuar sus reglas a novedades como la inteligencia artificial o el Internet de las cosas. Hasta ahora, su papel ha sido positivo, sobre todo para prevenir o multar los abusos que las empresas cometen en ocasiones –por ejemplo, cuando no incluyen toda la información relevante en su publicidad–. Con la ayuda de la OCDE, si la aprovecha, podrá seguir marcando el paso a las otras entidades públicas del país.