ESCENARIO POLÍTICO. El próximo año estará marcado por los cambios que tendrán que realizar internamente todos los partidos políticos representados en el Parlamento. El proceso de vacancia y el indulto a Alberto Fujimori han mostrado fisuras en todas ellas y la manera en que puedan recomponerse será vital para enfrentar el 2018.
Una de las primeras deberá ser Fuerza Popular, si durante el año se mostró como un bloque inquebrantable, la última votación dejó en duda esta fortaleza y tanto la salida de Alberto Fujimori como las recientes palabras de Kenji Fujimori (hablando directamente de los asesores Pier Figari y Ana Vega) muestran que hay una intención de reestructurar el partido, por lo menos desde un sector, aunque antes del indultó ya se pedía la salida de los 10 desertores.
Asimismo, en las próximas semanas será importante ver cómo se maneja la izquierda en los dos grupos que la representan al interior del Congreso. Nuevo Perú quedo descolocado, pues su abstención a la vacancia jugó a favor del indulto. La bancada oficialista está quedando mellada con la salida de tres congresistas y habrá que ver qué hará para cumplir con su papel de actor político del Gobierno. La obediencia aprista también está en duda y aún no se sabe qué nuevas alianzas se formen con miras a las elecciones, en el último trimestre del año.
La campaña por las elecciones municipales y regionales será un termómetro para ver qué tan fuertes son los movimientos regionales, sobre todo aquellos radicales, y qué agrupación será capaz de canalizar a su favor el descontento que el indulto a Fujimori ha generado en un sector de la población.
A nivel del Ejecutivo, un primer escollo será el de completar el Gabinete, pues el mismo día que nombra al reemplazo del ministro del Interior, el ministro de Cultura renuncia. Habrá que ver si luego de 17 meses el Gobierno podrá trabajar de manera política.
Pero el escenario base será lo que suceda con las investigaciones locales del caso Lava Jato y la información que se vaya revelando desde Brasil, que podría implicar a muchos más actores de los que actualmente figuran. Es decir, el Ministerio Público y el Poder Judicial cumplirán durante el próximo año un rol vital. La pregunta clave es qué tan preparados están para superar las falencias que tuvieron en el año que termina y para evitar que las demoras en las investigaciones o la falta de transparencia mostradas siembren dudas sobre la labor que van a realizar.