Redacción Gestión

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EL DRAGÓN CHINO. Desde hace algunos meses, pero con mayor intensidad en los últimos días, China es la palabra más utilizada en todo tipo de conversaciones, sobre todo las económicas. La devaluación del yuan y el desplome de las acciones en la bolsa de Shanghái han preocupado a todo el mundo.

Pero buena parte de lo que está sucediendo en China estaba anunciada desde hace tiempo. Ellos han decidido modificar su modelo económico dejando de lado un proceso de crecimiento basado en el sector exportador para otorgarle protagonismo al consumo interno. Obviamente, esta decisión genera una infinidad de cambios al interior de dicho país que tendrán repercusiones externas, debido a la fuerte conexión económica de todos los países con la economía china.

Sin embargo, un gran factor que parece olvidarse cuando se habla del gigante asiático es que no solo nos separa una gran diferencia de costumbres y de visión del mundo, sino que no se trata de una economía de mercado tal como la conocemos desde occidente. Una gran parte de su economía sigue estando controlada por el Gobierno, que puede tomar medidas para intervenir y apoyar los mercados si así lo desea, pues cuenta con el poder y con el dinero para hacerlo.

Se trata de un país comunista que aún no posee todas las características de libertad y respeto a los derechos humanos con que cuentan las mayorías de democracias de esta parte del mundo.

No es novedad que muchas de nuestras industrias se han quejado de la competencia desleal que implica la llegada de productos chinos que cuentan con apoyo estatal.

Quizás la necesidad de negociar con China llevó apresuradamente a reconocerla como una economía de mercado, haciendo una suerte de realpolitik, y ahora solo queda asumir las consecuencias.

Por el momento, deberemos estar atentos a los productos que requiera China. Afortunadamente, tenemos un tratado de libre comercio, además de dos oficinas comerciales (Beijing y Shanghái) que deberíamos aprovechar en mayor medida ya que su mercado sigue siendo el más atractivo.