Editorial: En busca de un upgrade

Retos de la Sunat. Durante los últimos años, cuando los contribuyentes han buscado un adjetivo para describir a la Administración Tributaria, el primero que ha salido a relucir es el de maldita Sunat . Con diversos argumentos se le ha acusado de complicar la forma en que las personas deben cumplir con sus obligaciones tributarias, de no otorgar facilidades a los contribuyentes, de fiscalizar siempre a los mismos y de aplicar las normas de manera autómata sin tomar en cuenta las características especiales de cada contribuyente, tanto si se trata de personas naturales como de personas jurídicas.

En un intento por cambiar esa imagen, en los últimos años la Sunat , ha intensificado la fiscalización a los contribuyentes que muestran desbalance patrimonial, entre los que figuran artistas, profesionales independientes como médicos, abogados e ingenieros, e incluso futbolistas. También han abocado sus esfuerzos a verificar las operaciones realizadas por los grupos empresariales y tratar de reducir el uso de facturas falsas.

Asimismo, ha tratado de mostrarse como una entidad amigable, que busca dar facilidades a los contribuyentes , sobre todo a aquellos que desde su punto de vista tienen la intención de cumplir con sus obligaciones contra aquellos que son reacios a pagar. Para dicho grupo se han creado las declaraciones juradas asistidas, el fraccionamiento automático de las deudas para la declaración anual del IR y otras facilidades para el cumplimiento voluntario de las obligaciones, como absolver consultas vía teléfono, web o presencial.

Sin embargo, no solo bastan las buenas intenciones, es necesario que puedan encontrar una mejor manera de difundir las facilidades que brinden a los contribuyentes y que cuiden el trato que brinda el personal a los usuarios, pues muchos de ellos aún no interiorizan el nuevo paradigma de la institución luego de haber pasado varios años con una posición poco dada al diálogo y a la comprensión. Además, será importante que se estandaricen las respuestas para evitar que frente a una misma consulta el contribuyente reciba diferentes opiniones.