Consultora senior de Psicología Ocupacional de Marsh Perú
El 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de Prevención del Suicidio, con el propósito de generar conciencia sobre dicho tema, pues es un problema social y de salud pública que viene afectando a familias y comunidades, ya que, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS) se sitúa como la segunda causa principal de muerte entre personas de 15 a 29 años de edad en el mundo. Bajo el contexto de la búsqueda de prevención, existen políticas que las organizaciones pueden emplear para abordar de forma eficiente la salud mental en sus trabajadores.
Actualmente, el Ministerio de Salud (Minsa) ya considera que, la tasa de suicidio se encuentra en aumento en el Perú, debido a que, durante los primeros meses del año se registraron más de 200 casos. Por tales razones, el Minsa también advierte que, para diciembre de este año, se registrarían aproximadamente más de 600 casos de suicidio, cifra generada al cierre del año 2020.
En ese sentido, las causas del suicidio dependen de distintos factores, sin embargo, existen señales de alerta similares que pueden ser detectadas tanto en el ámbito familiar como laboral. Desde el ámbito laboral, algunas señales son principalmente: cambios drásticos de humor, presentación de conductas autodestructivas, giros repentinos en la conducta del individuo, presentación de sucesos impactantes como fallecimiento de un familiar, avisos verbales que supongan una búsqueda inconsciente de ayuda como las frases “me quiero morir” o “ya nada tiene sentido”, entre otras señales.
Abordar la salud mental desde organizaciones
Si bien es cierto, tanto los signos, las circunstancias y el contexto sociocultural en el que se desarrollan las organizaciones varían por sector, regiones y hasta países; no obstante, existen estrategias generales que pueden efectuar los empleadores para beneficio de la salud mental de los miembros de sus equipos y generar fortalezas frente a la prevención del suicidio.
De acuerdo al estudio “Convirtiendo el riesgo de la salud en valor”, elaborado por Marsh, las organizaciones pueden ofrecer soluciones preventivas en el cuidado de la salud mental, bajo el desarrollo de habilidades como: la resiliencia y conciencia, junto con la evidente necesidad de implementar campañas educativas sobre temas de salud conductual.
A su vez, cuando se habla de un problema ya detectado, es importante mantener programas de acceso al tratamiento y cobertura, como Programas de Asistencia al Empleado (PAE), Redes de planes de salud, establecer recursos para áreas especializadas como, por ejemplo, casos de adicción, entre otros.
Si hablamos de atención dentro del trabajo, es necesario, lograr que los gerentes reciban capacitaciones para sensibilizarse frente a la importancia y cuidado de la salud mental, y de esta manera generen o gestionen acciones favorables para el cuidado de la misma, sobre todo para aquellos trabajadores con algún diagnóstico vinculado a problemas en la salud mental, ya que adquieren mayor vulnerabilidad frente a la problemática relatada, siendo igual de importante el desarrollo de estas acciones hacia el entorno laboral directo de dichos trabajadores (compañeros de trabajo), fortaleciendo de esta manera, las redes de apoyo social y co-cuidado para potenciar recursos emocionales desde las organizaciones.
Es importante mencionar que, el contexto de la pandemia, se ha instaurado como otro factor que podría impulsar problemas de salud mental. De hecho, solo en la capital del país, el 52% de las personas ha registrado problemas de estrés debido a la COVID-19, tras la pérdida de algún ser querido, temores frente al contagio, incertidumbre a lo que pueda venir, entre otras preocupaciones, siendo prioritario que en estos tiempos se generen medidas a favor del cuidado emocional.
En síntesis, trabajar la salud mental requiere entender que cada miembro de una organización vive una realidad distinta. Aún hay muchos problemas por resolver y oportunidades para aprovechar; en la medida en que los empleadores busquen reinventar sus programas de salud mental, podrán ofrecer más valor a sus organizaciones y empleados, garantizando el bienestar en cada integrante y con ello el progreso de la organización.