Gerenta de Regulación e Ingresos de Transelec
Hoy, el cambio climático es un problema latente que afecta a diferentes actividades económicas y, en particular, al sector energético y a la resiliencia física de su infraestructura. A lo largo de los años, hemos sido testigos de cómo los desastres naturales han puesto a prueba la transmisión de energía en diferentes países de la región.
Por ello, es necesario impulsar y promover el desarrollo de obras de transmisión con enfoque en escenarios que se ajusten a la existencia de desastres naturales, amenazas tecnológicas y humanas que actualmente son definidas de baja probabilidad, pero de muy alto impacto, más aún, considerando que, por efecto del cambio climático, estos eventos extremos ocurrirán cada vez con mayor frecuencia.
Tanto Perú como Chile, por ejemplo, son países que sufren de huaicos y terremotos, entre otros fenómenos naturales. Por lo que resulta relevante estar preparados con un sistema más resiliente. En cuanto a este último, en Chile en el año 2016 se dio una modificación a la Ley General de Servicios Eléctricos (Ley N°20.936) que incorporó como criterios de la planificación de la transmisión los desastres naturales o condiciones hidrológicas extremas y en el año 2019 se incorporó explícitamente en el Reglamento “De los sistemas de transmisión y de la planificación de la transmisión” el concepto de resiliencia en el capítulo de la Metodología de Planificación de la Transmisión; sin embargo, hasta ahora no hay coincidencia en cómo se define este concepto y, por ende, tampoco existe una metodología para poder identificar las obras de transmisión que el sistema eléctrico necesita para contar con un sistema resiliente.
Dada esta experiencia frente a esta problemática, Perú podría partir con este tipo de discusión e implementar una metodología y definiciones que se vayan adaptando a las características del sistema eléctrico peruano.
Además del cambio climático, otro desafío en la planificación de la transmisión es el acompañamiento en el desarrollo de recursos energéticos renovables (RER), en vista del desarrollo masivo de este tipo de iniciativas.
A diferencia de Perú, en Chile se está viviendo una fuerte penetración de energías renovables; que el sistema de transmisión no ha acompañado con la misma velocidad. Por tanto, es de vital importancia considerar la incorporación de nuevas tecnologías y sistemas de almacenamiento que puedan ser aliados estratégicos como parte de la transición energética y de la descarbonización, a fin de tener un mercado de servicios complementarios que de seguridad al sistema y considerar nuevas tecnologías que den más flexibilidad a la operación de los sistemas eléctricos. En Chile, por citar un caso, se están considerando tecnologías como el esquema BESS Grid Booster, condensadores Síncronos (en licitación en estos momentos), FACTS series modulares para control de flujos por líneas de transmisión paralelas y Dynamic Line Rating (DLR), mecanismo de monitoreo para un uso eficiente de la capacidad de transmisión.
Finalmente, y no menos importante, también se debe apuntar, principalmente en Perú, a crear una planificación centralizada donde se vea todo el sistema de transmisión en su conjunto, y en el que se busque sinergia en los mejores proyectos a través de un ente único y en un mismo proceso, y no que la planificación de los sistemas principal y secundario estén desacoplados, es decir, realizados por el COES y el Osinergmin en procesos independientes, Plan de Transmisión y Plan de Inversiones, respectivamente.
Sin duda, hay oportunidades de mejora en la regulación que se deberían revisar, a fin de dar las señales necesarias para fomentar aún más la inversión en este sector.