Escribe: Juan José Marthans, Economista, PAD – Escuela de Dirección de Universidad de Piura.
Primero, resulta interesante hacer una breve evaluación comparada del grado de acierto de las proyecciones del PBI que, durante el período 2003- 2023, realizaron los bancos centrales miembros de la Alianza del Pacífico: Perú, Chile, Colombia y México, a la que le adicionamos la de Brasil como referente dado su peso especifico en la región.
Segundo, para los veintiún años en cuestión, nos concentramos en analizar dos elementos simples: de un lado, la frecuencia con las que los bancos centrales proyectaron la evolución del PBI sobreestimando la realidad y, de otro lado, la magnitud de la desviaciones observadas. En este segundo caso, a mayor diferencia entre lo proyectado y lo realmente experimentado cada año, mayor desviación estándar y, por lo tanto, menor acierto.
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Tercero, hacia el 2009, el tremedo impacto de la Crisis Financiera Internacional y, hacia el 2020, la delicada crisis sanitaria asociada al covid-19 desfiguraron cualquier pretensión de verosimilitud de cualquier proyección del PBI. Sin embargo, Perú a diferencia de otras economías de la región, además de haber enfrentado muy deficientemente la crisis del covid-19; hacia el 2023, experimentó desbalances climáticos y sociopolíticos insospechados. Elementos a tomar en cuenta.
Cuarto, a modo de ejemplo puntual, se puede mencionar que durante el 2020, por ejemplo, Perú decreció 11%, de acuerdo a cierta estadítica, y la proyección realizada por el mismo BCR mostraba un crecimiento esperado de 3.8%, lo que resultó en una desviación de 14.8 puntos porcentuales por encima de lo recesado. Durante el mismo año, México presentó sólo una desviación de 0.1 pp, Brasil 6.1, Chile 6.8 pp y solamente Colombia con una desviación de 10.1 pp nos acompañó de cerca. La manera como se emprendió inadecuadamente la lucha contra el covid-19 en el Perú es parte de la razón que explica la magnitud de la diferencia.
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Quinto, ahora sí, para la totalidad del período de análisis, se aprecia que la mayor recurrencia a sobreestimar la evolución del PBI está en México y Brasil, con 11 y 13 años con dicho resultado. Colombia es la que mostró menor frecuencia de sobreestimaciones de su PBI con solo 5 años. Perú, experimentó 10 años donde se le dijo al mercado que se iba a crecer más de lo que realmente ocurrió.
Sexto, trascendiendo a la frecuencia de las desviaciones que mostraron sobreestimación en la estimación del crecimiento del PBI, decidimos explorar la magnitud de las mismas, tanto considerando la totalidad del período de análisis en cuestión, como dejando de lado las observaciones que acompañaron eventos inesperados y atípicos como los del 2009, 2020 y 2023 para Perú.
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Séptimo, la mayor discrepancia entre las proyecciones y la realidad observada durante los 21 años de estadística evaluada se encontró en Perú. La desviación en el país fue de 4.0 contra una media de desviación estándar para el resto de economías de 2.5. Es decir, Perú obtuvo una desviación de alrededor del 80% del doble de la observada por Chile, Colombia, Mexico y Brasil.
Octavo, ahora bien, cuando aislamos del período de análisis los años de pertubación exógena, se aprecia, como era de esperarse, que la magnitud de las desviaciones entre el crecimiento del PBI proyectado y el realmente experimentado, caén para las cinco economías. Perú en este caso muestra una desviación de 2.0, exactamente la mitad del caso anterior, siendo dicho indicador de 1.6 para la media de las desviaciones del resto de economías. Las distancias se acortaron significativamente, pero Perú continuó presentando la mayor desviación.
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Noveno, lo reseñado nos permite concluir, preliminarmente, que Perú mostró en sus proyecciones la mayor frecuencia de años donde se sobreestimó el PBI, así como la mayor desviación de la proyección, haya o no períodos de perturbación exógena para nuestras economías. Sin embargo, la reputación y credibilidad de nuestro banco central se ha mantenido incólume.
Décimo, lo anterior se explica por diversas razones: en principio, el éxito de un banco central se mide –como lo establece su mandato constitucional en nuestro país – por el buen manejo de la inflación; adicionalmente, los aciertos en proyecciones del crecimiento del PBI tienen poca ponderación frente a su muestra de institucionalidad, independencia y meritocracia. Eso, por sí mismo, es lo realmente valuable; lo demás, requerirá de un análisis más ambicioso a futuro.
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