Una mujer sostiene una pequeña botella con una etiqueta de "Vacuna contra el coronavirus (COVID-19)" y una jeringa médica en esta ilustración tomada el 30 de octubre de 2020. (REUTERS/Dado Ruvic).
Una mujer sostiene una pequeña botella con una etiqueta de "Vacuna contra el coronavirus (COVID-19)" y una jeringa médica en esta ilustración tomada el 30 de octubre de 2020. (REUTERS/Dado Ruvic).

Dos vacunas contra el coronavirus, de AstraZeneca y de la china Sinovac, podrían estar listas para su uso en Brasil para mediados de febrero, dijo el ministro de Salud del país, aunque el momento del lanzamiento nacional dependerá de los procesos regulatorios, dijo el ministro de Salud, Eduardo Pazuello, al anunciar un plan nacional de inmunización.

La falta de una fecha fija para que comiencen las vacunas en Brasil se ha convertido en un problema para el presidente Jair Bolsonaro, en momentos en que otras naciones comienzan a inmunizar a sus poblaciones.

Hablando luego de una ceremonia para discutir el plan nacional de vacunación contra el coronavirus, el ministro dijo que los datos de las vacunas, que se están probando en Brasil, podrían ser analizados en enero por el regulador de salud, Anvisa.

Posiblemente a mediados de febrero en adelante, podamos tener estas vacunas recibidas y registradas para iniciar el plan”, afirmó Pazuello.

El gobierno federal de Brasil tiene un acuerdo para comprar la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca, y el estado de Sao Paulo se ha asociado con el fabricante de vacunas chino Sinovac Biotech.

Bolsonaro ha puesto en duda repetidamente la vacuna china, lo que ha generado dudas sobre si recibirá una revisión justa por parte de Anvisa.

El gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, considerado ampliamente como un rival de la campaña de reelección de Bolsonaro en el 2022, ha dicho que su estado comenzará a inocular a los residentes con la vacuna Sinovac el 25 de enero, lo que generará tensiones con el gobierno federal.

Aunque Brasil tiene un sólido historial de vacunación y un sistema de salud pública bien configurado para tales campañas, Bolsonaro ha negado la gravedad del virus y afirmó que no se inoculará contra el COVID-19, lo que avivó el escepticismo sobre las vacunas en el país.

Sin embargo, en el evento del miércoles, Bolsonaro dijo que su gobierno firmaría esta semana un plan de 20,000 millones de reales (unos US$ 3,930 millones) para comprar cualquier vacuna que obtenga la aprobación regulatoria.

Pazuello dijo que la credibilidad de Anvisa no debería cuestionarse, ya que la agencia está realizando trabajos de análisis técnicos en servicio de todos los brasileños. Añadió que la logística no sería un problema porque las aerolíneas y empresas de transporte terrestre han ofrecido servicios gratuitos para distribuir las vacunas contra el COVID-19.

Más de 180,000 personas han muerto por COVID-19 en Brasil, que tiene el segundo brote más letal del mundo detrás de Estados Unidos. Después de un mes en declive, el virus ha vuelto a hacer estragos en los últimos días, con nuevos casos y muertes aumentando drásticamente.

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