Una importante universidad de Hong Kong ha desmantelado y retirado de su campus una estatua que durante más de dos décadas ha conmemorado a los manifestantes en favor de la democracia que murieron durante la represión a las protestas de la Plaza de Tiananmen en 1989.
La obra de arte, que muestra torsos humanos apilados, es uno de los pocos monumentos públicos que quedan en la antigua colonia británica para recordar la sangrienta represión, que es un tema tabú en la China continental, donde no se puede conmemorar en público.
Conocida como la “Columna de la Vergüenza”, la estatua era un símbolo de las libertades prometidas a Hong Kong en su retorno al control chino en 1997, que diferenciaban al centro financiero mundial del resto de China.
La ciudad ha celebrado tradicionalmente las mayores vigilias anuales del mundo para conmemorar la represión ocurrida en la plaza de Tiananmen.
El Consejo de la Universidad de Hong Kong (HKU) dijo en un comunicado a primera hora del jueves que tomó la decisión de retirar la estatua durante una reunión celebrada el miércoles, “basándose en el asesoramiento legal externo y en una evaluación de riesgos en el mejor interés de la Universidad”.
“El Consejo de la HKU ha solicitado que la estatua sea almacenada y que la Universidad continúe buscando asesoramiento legal sobre cualquier acción posterior apropiada”, agregó.
El escultor danés Jens Galschiot, creador de la estatua, dijo en un comunicado que estaba “totalmente conmocionado” y que “reclamaría una indemnización por cualquier daño” a su propiedad privada.
El superviviente de Tiananmen Wang Dan, quien ahora vive en Estados Unidos, criticó el retiro en una publicación en Facebook como “un intento de borrar la historia y los recuerdos escritos con sangre”.