¿Netflix o Google deberán participar en el financiamiento de las redes de telecomunicaciones? La Comisión Europea (CE) está estudiando una “contribución justa” de los gigantes tecnológicos, principales consumidores de la banda ancha, un proyecto que reclaman los operadores.
“Hay una cuestión que tenemos que examinar con mucho cuidado, la de la contribución justa a las redes de telecomunicaciones”, dijo esta semana la vicepresidenta de la Comisión Europea, Margrethe Vestager.
“Vemos que hay actores que generan mucho tráfico que permite que su negocio exista, pero que no han contribuido a que ese tráfico funcione”, añadió.
Según varios medios, la CE presentará “a finales de año” un proyecto legislativo sobre este tema.
La CE respondería así a una petición recurrente de los operadores europeos, incluyendo Deutsche Telekom, Vodafone, Orange y Telefónica.
55% del tráfico en línea
Etno, el grupo de presión europeo de las telecomunicaciones, publicó el lunes un estudio que muestra que gigantes de las telecomunicaciones como Facebook, Apple, Amazon, Microsoft y Netflix representaron por sí solos el 55% del tráfico en línea el año pasado, mientras que los operadores han invertido más de 500,000 millones de euros (US$ 528,000 millones) en los últimos diez años en el desarrollo de redes nacionales.
La asociación, que lamenta la “escasa o nula contribución financiera al desarrollo de las redes” por parte de estas compañías, aboga por una aportación de 20,000 millones de euros al año.
Pero según la CCIA, que representa a las industrias de las tecnologías de la información y la comunicación, de las que forman parte las “GAFAM” (Google, Apple, Meta -Facebook-, Amazon y Microsoft), “las empresas tecnológicas han invertido cientos de miles de millones de euros en infraestructuras de internet solo en el periodo 2014-2018″, y están ayudando a los operadores a evitar la congestión del tráfico mediante el desarrollo de nuevas tecnologías.
“Los operadores ya cobran a sus clientes”, criticó el vicepresidente del “lobby”, Christian Borggreen.
“Sería como si los distribuidores de energía pidieran a los fabricantes de lavadoras que pagaran la energía que consumen sus productos, que ya se cobra al consumidor”, añadió.
Neutralidad de la red
Otros críticos también están preocupados por el impacto en el principio de igualdad de trato y acceso a los contenidos en línea, conocido como “neutralidad de la red”.
En setiembre del 2020, la corte de justicia de la UE dictaminó que un proveedor de acceso no puede favorecer determinadas aplicaciones o servicios concediéndoles un acceso ilimitado, cuando los servicios de la competencia están sujetos a medidas de bloqueo o ralentización.
¿Pero no existe el riesgo de que, al hacer pagar más a los gigantes tecnológicos, también acaben exigiendo compensaciones a los operadores de telecomunicaciones?
“Seguramente es lo que ocurrirá, habrá gente común y corriente que no pague, cuyos servicios serán lentos, y otros que puedan pagarlo y tengan un acceso privilegiado. Se trata claramente de una amenaza a la neutralidad de la red, bajo la apariencia de justicia”, declaró Stéphane Bortzmeyer, ingeniero de redes y especialista en internet.
“El principio de la neutralidad de la red es excelente” pero “la aplicación es complicada”, añadió. “Es bastante difícil convertirla en una norma precisa y legalmente aplicable”.
En Estados Unidos es objeto de una batalla desde hace años. La administración Trump dio marcha atrás a este principio, que había sido aprobado dos años antes bajo la presidencia de Barack Obama, al estimar que desalentaba la inversión. El debate europeo apenas comienza.