FOTO DE ARCHIVO. La sede de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) en Londres, Reino Unido. 25 de abril de 2017. REUTERS/Hannah McKay
FOTO DE ARCHIVO. La sede de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) en Londres, Reino Unido. 25 de abril de 2017. REUTERS/Hannah McKay

La Unión Europea (UE) espera tener a partir del 29 de enero, un mes después de haber iniciado la campaña de vacunación, la autorización para suministrar tres vacunas diferentes contra la Covid-19, tras las aprobaciones de los fármacos de Pfizer-BioNTech y Moderna y la solicitud este martes del prototipo de AstraZeneca.

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) señaló que sus expertos analizarán en un “plazo de tiempo acelerado” todos los datos que le ha suministrado el laboratorio británico que colabora con la Universidad de Oxford y que el visto bueno podría llegar antes de la fecha señalada, siempre y cuando exista una evidencia “sólida” de “la calidad, seguridad y eficacia de la vacuna”.

De obtener luz verde, la Comisión Europea tendrá que autorizar después su comercialización en la UE y la presidenta, Ursula Von der Leyen, aseguró este martes que Bruselas trabajará “a toda velocidad” para lograrlo.

El fármaco de AstraZeneca y Oxford se sumaría así a los de Pfizer-BioNTech y Moderna, cuyas vacunas se empezarán a distribuir ya esta misma semana a los Estados miembros.

De esa forma, el 29 de enero, la UE puede tener garantizadas un total de 1,060 millones de dosis (600 de Pfizer-BioNTech, 160 de Moderna y 300 de AstraZeneca), con la posibilidad de adquirir en el futuro 100 millones de dosis adicionales de la farmacéutica británica.

Bruselas firma los contratos en nombre de los veintisiete Estados miembros de la UE, pero son los gobiernos de los países quienes acuerdan directamente con las compañías el número de dosis que quieren adquirir, que reciben de forma proporcional a su población y al mismo tiempo que el resto de capitales europeas.

Otros contratos

La CE ha cerrado también contratos con la farmacéutica estadounidense Johnson and Johnson, las franco-británicas Sanofi-GSK y la alemana Curevac, pero estas farmacéuticas aún no han solicitado la licencia a la EMA.

Además, el Ejecutivo comunitario anunció este martes que ha cerrado las negociaciones preliminares con la farmacéutica francesa Valneva para comprar 30 millones de dosis, con la posibilidad de que los Estados miembros puedan adquirir 30 millones adicionales.

Bruselas también ha concluido ya las negociaciones preliminares con la empresa Novavax, de forma que el portafolio de vacunas de la Comisión contará con vacunas de ocho fabricantes distintos.

La directora general de Sanidad de la CE, Sandra Gallina, encargada de negociar los contratos con los laboratorios, dijo este martes en una comparecencia en el Parlamento Europeo que la previsión es que “en el segundo trimestre tendremos todas las vacunas que queremos”.

Gallina quiso así quitar hierro a las críticas que han surgido por una distribución de la vacuna de Pfizer más lenta de los previsto inicialmente.

Los comienzos son los comienzos”, dijo.

A propósito de las críticas por la falta de transparencia que ha habido durante las negociaciones entre la CE y las compañías, los eurodiputados podrán leer a partir de hoy y durante tres días una versión redactada del contrato que Bruselas ha firmado con Curevac.

Los representantes, que han pedido también al resto de farmacéuticas poder leer los contratos, tendrán un tiempo pautado de antemano para leer ese texto confidencial.

Viajes

El Ejecutivo comunitario confirmó hoy que ha recibido y está analizando la carta que el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, ha enviado a Von der Leyen, proponiéndole un certificado de vacunación contra la COVID-19 que permita restablecer los viajes y la libertad de movimiento en la zona Schengen.

Es urgente adoptar una visión común sobre cómo debería estructurarse un certificado de vacunación para que sea aceptado en todos los Estados miembros”, afirma Mitsotakis en la misiva, publicada por los medios locales, cuya propuesta llevará a la reunión virtual de los líderes de UE del 21 de enero.

El primer ministro considera que esta propuesta podría contribuir a la restaurar la movilidad a nivel global y, con ello, recuperar la actividad económica hasta los niveles previos a la pandemia de coronavirus.