La Comisión Europea inició una consulta sobre las condiciones laborales de los conductores de vehículos compartidos, repartidores de pizzas y otros trabajadores de la economía colaborativa, y comenzó por recabar opiniones de sindicatos y empleadores.
El propósito de la Comisión es mejorar las protecciones para millones de trabajadores independientes en la Unión Europea, y la consulta, anunciada el miércoles, llega en un momento en que los tribunales dictaminan reiteradamente que los trabajadores deben ser considerados empleados.
“La era digital abre grandes oportunidades para empresas, consumidores y ciudadanos. Necesitamos asegurarnos de que estas nuevas formas de trabajo sigan siendo sostenibles y justas”, dijo la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión, Margrethe Vestager, quien supervisa los asuntos digitales y antimonopolio.
Es posible que sea necesario realizar mejoras en áreas como el estatus laboral, las condiciones de salud y seguridad y la protección social, dijo la Comisión, así como el acceso a la negociación colectiva. Una posible normativa basada en los hallazgos de la consulta podría realizarse a finales de este año.
Uber Technologies Inc. sufrió un golpe la semana pasada después de que la Corte Suprema del Reino Unido dictaminara que debía tratar a sus conductores como empleados y otorgarles derechos como vacaciones pagadas, descanso y un salario mínimo.
Un tribunal francés emitió un fallo similar el año pasado, mientras que en España el Gobierno busca cambiar las leyes para exigir que las plataformas de envío de comida empleen formalmente a los repartidores.
El director ejecutivo de Uber, Dara Khosrowshahi, dijo a Bloomberg la semana pasada que su compañía estaba “lista para hacer más e ir mucho más allá” para mejorar las protecciones sociales de los trabajadores de plataformas, pero que las empresas “necesitan leyes claras y progresistas”.
Alrededor de 24 millones de personas, o el 11% de la fuerza laboral de la UE, han proporcionado servicios a plataformas digitales al menos una vez, y para alrededor de 3 millones de esas personas es su actividad principal, según la UE.
La UE dijo que inicialmente se alentará a los sindicatos y los empleadores a resolver problemas entre ellos, y solo se implementarán nuevas políticas si eso fracasa.
El escrutinio de las condiciones laborales de las plataformas se produce luego de que muchos dentro de la economía colaborativa se convirtieran en trabajadores esenciales durante la pandemia, entregando alimentos o comestibles a las personas confinadas en sus hogares.
Sin embargo, sus contratos de trabajador independiente conllevan menos beneficios que los empleados de pleno derecho, en particular licencia por enfermedad pagada si contraen coronavirus.
Los reguladores antimonopolio de la UE están considerando posibles exenciones a las reglas de competencia para ayudar a estos trabajadores a presionar para mejorar los salarios de las plataformas. El reglamento de concentraciones en Europa ha aplicado miles de millones de euros en multas a las empresas que conspiran para aumentar los precios.
Estas mismas reglas también se han utilizado para impedir que los trabajadores independientes se unan para presionar colectivamente por mejores salarios de empleadores poderosos, como los gigantes tecnológicos estadounidenses.