Diferentes reuniones de ministros de la Unión Europea previstas para la semana próxima abordarán el reto que supone la crisis en Afganistán para la UE, desde el punta de vista migratorio pero también desde el del papel que el bloque comunitario quiere jugar en el mundo.
Desafío migratorio
Los ministros de Interior han sido convocados el martes de forma extraordinaria por la presidencia eslovena de turno del Consejo de la UE a una reunión presencial en Bruselas, que será la primera oportunidad que tengan representantes de los Estados miembros de abordar cara a cara la crisis afgana desde la caída de Kabul a manos de los talibanes el 15 de agosto.
Presidida por el ministro esloveno de Interior, Aleš Hojs, la cita busca ser una oportunidad para “coordinar la posición de la UE sobre cómo responder al impacto potencial de la situación allí en la situación migratoria y de seguridad de la UE”, según indicó en un comunicado.
Hojs apuntó que el objetivo es lograr un enfoque y comunicación coordinados entre los Veintisiete, y que en ese contexto intentará sacar adelante una declaración común.
La presidencia eslovena también señaló que van a intentar desarrollar una serie de medidas “que podrían ayudar a evitar que se repitiera el escenario de 2015, cuando los Estados miembros afrontaron una enorme presión migratoria” a causa de la guerra en Siria.
El pasado día 24, tras participar en una reunión de líderes del G7 -países más ricos-, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, instó a evitar la creación de un “nuevo mercado” para los traficantes de seres humanos desde Afganistán, al tiempo que aseguró que la UE protegerá sus fronteras.
La Comisión Europea ya ha dicho que va a cuadruplicar su ayuda humanitaria a los afganos para este año, hasta unos 200 millones de euros que se destinarán a las necesidades urgentes en Afganistán y países vecinos.
Mientras, los Veintisiete están llamados a mostrar solidaridad para ir acogiendo a los afganos evacuados, algo que solo pueden hacer sobre una base voluntaria.
En la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) -que España ofreció como centro de recepción de evacuados- ha llegado un total de 2.051 afganos desde el pasado día 19, de los que 1,717 han pedido asilo en España.
A este Consejo extraordinario de Interior han sido invitados, además, representantes de la Comisión Europea, el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), Frontex, Europol, la Oficina Europea de Apoyo al Asilo y el coordinador europeo contra el terrorismo.
Papel internacional
La siguiente ocasión que tendrá la UE de abordar la crisis afgana a nivel ministerial será en Kranj (Eslovenia), durante sendas reuniones informales de los titulares de Defensa y Exteriores, entre el 1 y 3 de septiembre.
Aunque durante esas citas los ministros no pueden adoptar decisiones por su carácter informal, sí que suelen aprovechar para perfilar acuerdos políticos que guíen a posteriori su acción.
El principal asunto que tratarán en la sesión de Defensa será precisamente la “brújula estratégica”, los planes para que en los próximos años la UE incremente la efectividad y flexibilidad del compromiso y disposición de los Estados miembros con las operaciones en el exterior.
Esa estrategia también pretende aumentar la resiliencia ante amenazas híbridas, mejorar la cooperación con organizaciones y países terceros y crear las capacidades necesarias para cumplir los objetivos de la UE y afrontar el reto de la emergencia de tecnologías disruptivas.
“Las crisis son una oportunidad y ésta lo será también para nosotros”, afirmó el pasado día 19 el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, durante una comparecencia ante las comisiones de Asuntos Exteriores y Desarrollo del Parlamento Europeo para abordar la situación en Afganistán.
Previamente, en una entrevista con Efe, Borrell pidió “extraer lecciones” de esta crisis “para saber de qué manera defendemos nuestros valores en el mundo y jugamos el papel que los europeos decimos querer jugar”.
La “brújula estratégica”, que la UE espera culminar para marzo de 2022, busca definir con más precisión ese papel y lograr las metas descritas en ella en la próxima década.
Los ministros de Exteriores también tendrán la ocasión de continuar el debate sobre los próximos pasos en Afganistán, iniciado en una videoconferencia extraordinaria convocada por Borrell el pasado 17 de agosto.
Entonces, dijeron que la cooperación con cualquier futuro gobierno afgano estará condicionada a un acuerdo pacífico e inclusivo y al respeto de los derechos fundamentales de todos los afganos”, incluidos mujeres, jóvenes y minorías.