Ucrania y sus países aliados denunciaron el jueves ante la ONU una “lista interminable” de atrocidades cometidas por Rusia desde la invasión iniciada el 24 de febrero, en una sesión extraordinaria del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra que fue boicoteada por Moscú.
En la reunión convocada a petición de Ucrania, los 47 países miembros del Consejo deben pronunciarse sobre un proyecto de resolución que pide una “investigación” de la comisión internacional de la ONU para Ucrania sobre las graves violaciones contra los derechos humanos atribuidas a las tropas de ocupación rusas.
Según el texto, estos atropellos se cometieron en las zonas cercanas a Kiev, en Chernígov, Járkov y Sumy entre finales de febrero y marzo de 2022 y la resolución busca “pedir que los responsables rindan cuentas”.
“Miles de personas de mi país perdieron la vida. Los bombardeos y los disparos rusos forman parte de nuestra vida cotidiana”, declaró la primera viceministra de Relaciones Exteriores de Ucrania, Emine Dzhaparova, en la apertura de la sesión, en una alocución por videoconferencia.
La representante denunció actos de tortura, desaparición forzada, violencia sexual y de género.
“La lista de crímenes rusos es interminable”, denunció antes de mostrar un dibujo hecho por un niño que fue violado delante de su madre en el que se veía unos trazos negros.
Durante los debates, numerosos diplomáticos aliados de Kiev, pero también funcionarios de la ONU, expresaron su indignación frente al sufrimiento de los ucranianos.
“La agresión rusa implica el descubrimiento cada día de hechos más macabros”, afirmó el embajador francés Jérôme Bonnafont. Su homólogo británico denunció la “brutal campaña” de Moscú.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que ya afirmó que el ejército ruso cometió acciones que podrían constituir “crímenes de guerra” en Ucrania, indicó que su despacho sigue verificando las acusaciones.
“La extensión de las ejecuciones ilegales, incluyendo los indicios de ejecuciones sumarias en las zonas del norte de Kiev es espeluznante”, dijo, precisando que hasta el momento tiene informaciones de 300 casos.
“Horrores inimaginables” en Mariúpol
Bachelet también denunció que los habitantes de Mariúpol sufrieron “horrores inimaginables”.
El proyecto de resolución pide que se informe sobre la situación humanitaria y de los derechos humanos en Mariúpol, en la 50º sesión del Consejo, entre el 13 de junio y el 8 de julio.
Esta es la primera reunión consagrada a este tema desde que la Asamblea General de la ONU suspendió a Rusia a inicios de abril del ente de los derechos humanos de la organización internacional.
Moscú anticipó la suspensión renunciando a su estatuto de miembro del Consejo de Derechos Humanos, pero como Estado conserva el derecho de participar como país observador.
Este jueves Rusia tuvo el derecho de pedir la palabra para responder, pero decidió dejar vacía la silla de su país.
Para no dejar el terreno por completo libre a sus adversarios, el embajador ruso ante la ONU Guenadi Gatilov publicó un comunicado en el que denunció “la demonización de Rusia por parte del ‘occidente colectivo’”, y habló de una investigación que no es independiente y derivas del Consejo convertido en foro “para asestar golpes políticos”.
El 4 de marzo, Kiev logró que el consejo adoptara por una aplastante mayoría una resolución para crear con urgencia una comisión investigadora internacional independiente.
El designado para dirigir la investigación, el exjuez noruego Erik Mose, que fue magistrado del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y presidió el Tribunal Penal Internacional para Ruanda, indicó que la comisión inició sus trabajos pero que todavía no tiene presupuesto.