UBS recortó el martes su previsión de crecimiento económico de China para este año en 120 puntos básicos, hasta el 3%, debido a que las severas restricciones para frenar la propagación del COVID-19 afectan duramente al país.
El recorte de las previsiones se produce un día después de que JPMorgan rebajó su previsión de crecimiento para todo el año en China al 3.7% desde el 4.3%, afirmando que es probable que este trimestre se produzca una contracción más profunda de lo previsto debido a los confinamientos por el COVID-19 en el país.
Los confinamientos en numerosas ciudades chinas desde principios de abril han interrumpido varias cadenas de suministro mundiales y han perjudicado a su propia economía.
“Las restricciones persistentes y la falta de claridad sobre la estrategia de salida de la actual política de COVID-19 probablemente mermarán la confianza de las empresas y los consumidores y dificultarán la liberación de la demanda reprimida”, afirmó Tao Wang, analista de UBS.
El sábado, Shanghái siguió adelante con sus planes para restablecer parte de su red de transportes, en un paso importante para salir del confinamiento por COVID-19, que ha durado semanas, mientras que Pekín se defiende de un brote que ha persistido durante un mes.
Sin embargo, Wang dijo que la relajación de las restricciones por COVID-19 no sería tan rápida como en 2020, dada la naturaleza de rápida propagación de la variante ómicron.