Los alteños le dan poco crédito a Evo Morales por su prosperidad. (Foto: Reuters)
Los alteños le dan poco crédito a Evo Morales por su prosperidad. (Foto: Reuters)

El Alto se cierne sobre La Paz, la capital administrativa de Bolivia, como la hoja de una guillotina. En 1781 Tupac Katari, un líder indígena, sitió La Paz española a 500 metros (1,600 pies) abajo. A principios de la década del 2000, las protestas de alteños obligaron a sacar del cargo a dos presidentes bolivianos: Gonzalo Sánchez de Lozada, que buscaba exportar el gas de Bolivia a través de Chile; y Carlos Mesa, su sucesor, que se opuso a sus demandas de nacionalizar las reservas de gas. Eso allanó el camino para la elección en el 2005 de Evo Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, y miembro del pueblo aymara, que considera a El Alto como su capital.