Rusia “puede darse el lujo de cortar el suministro de gas” a Europa, su principal mercado de exportación, si la actual crisis de suministro se alarga, aunque implique un costo de unos US$ 60,000 millones en ingresos perdidos, según Capital Economics.
Si los flujos se cortaran durante 12 meses, la producción de gas caería alrededor de un 20%, lo que reduciría en un 0.3% el producto bruto interno, escribió el economista Liam Peach en un informe. Un corte reduciría el enorme superávit en cuenta corriente de Rusia y disminuiría los ingresos fiscales en menos del 1% del PBI, dijo.
“Esto es significativo, pero claramente Rusia puede permitirse cortar el gas”, escribió Peach.
Rusia ha recortado los envíos a través de Nord Stream, su principal gasoducto a Europa, hasta en un 80% en la última semana, culpando a las sanciones de la Unión Europea por impedir el mantenimiento necesario de las turbinas. La UE ha dicho que los recortes son una táctica de presión y está haciendo planes para reducir drásticamente el uso de gas este invierno.
Es probable que el Kremlin mantenga los flujos en niveles mínimos mientras continúa el enfrentamiento sobre Ucrania, informó Bloomberg esta semana. El portavoz Dmitri Peskov dijo que era “incorrecto” vincular ambos asuntos, pero no dijo cuándo podrían restablecerse los suministros a Europa.
Las exportaciones de gas rusas a sus principales mercados, que incluyen a Turquía y la mayor parte de Europa, descendieron un 24% en la primera quincena de julio con respecto a junio, mientras que la producción diaria disminuyó un 16% en el período.
“Rusia no tiene mucho almacenamiento de gas de repuesto, por lo que si mantiene bajos los flujos hacia la UE durante un período prolongado, la producción de gas caerá”, escribió Peach. “La producción de gas puede ser un 20% menor en caso de que se corten todas las exportaciones de la UE”.