El proceso de vacunación contra el COVID-19 será un factor “clave” para la recuperación económica de Latinoamérica, que se contraerá 7.7% en el 2020, casi dos puntos menos de lo previsto en julio, afirmó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
“La caída será menor, pero aun así estamos viviendo la peor contracción en 120 años, lo que se traduce en una década perdida en materia económica para la región”, explicó la secretaria ejecutiva del organismo de la ONU, Alicia Bárcena.
Según el último balance publicado por la institución, Latinoamérica es la región más golpeada del mundo en desarrollo por la crisis derivada del coronavirus, y ha sufrido un “choque sin precedentes” entre la demanda y la oferta por las extensas cuarentenas y una “inédita” contracción de los ingresos.
La institución, que había estimado una recesión de 9.1% en el 2020, mejoró la proyección para este año gracias a un tercer trimestre que atenuó “considerablemente” la caída, debido a la apertura de actividades económicas y las grandes ayudas fiscales que recibieron familias, que supusieron un 4.3% del PBI regional.
El último reporte de Cepal elogió los esfuerzos realizados por algunos Gobiernos, como el de Uruguay y Barbados, para mitigar los efectos de las restricciones sanitarias y mejorar las proyecciones de la caída del PBI per cápita regional, que se contraerá 8.5%, inferior al -9.9% estimado hace unos meses.
“Esto no quieres decir que no tengamos un fuerte impacto económico, sobre todo en la demanda agregada, tanto en la inversión que cayó 19.8% y en el consumo privado que bajó 7.8%”, señaló.
Bárcena destacó también la necesidad de abordar con “extrema urgencia” el desempeño de América Latina en materia de inversión sobre PBI, que alcanzó una proporción 16%, ubicando a la región en la peor posición del mundo, incluso por detrás de África.
Para el 2021, la recuperación será de 3.7%, una cifra que estará “muy condicionada” por la agilidad en el proceso de distribución de las vacunas contra el COVID-19, así como la segunda ola de contagios que ya enfrenta la región, señaló Bárcena.
“Este es un gran tema para todo el mundo, pero especialmente para los países en desarrollo, que son las economías que no han podido hacer acopio de reservas de vacunas”, aclaró.
En América Latina, que con más de 14 millones de contagios y 475,000 muertes por SARS-CoV-2 es una de las regiones del mundo más afectadas por la pandemia, México, Costa Rica, Panamá y Chile han autorizado ya la vacuna de Pfizer y prevén iniciar la campaña a finales de este año o a principios del 2021.
Para que se cumpla el crecimiento estimado, será imprescindible también continuar con las políticas fiscales expansivas, agregó la funcionaria, ya que un retiro temprano de los estímulos podría truncar estas proyecciones y será necesario mantener las condiciones financieras y el acceso a liquidez actual.
Si la región creciera a 0.3%, la tasa promedio del último sexenio, el nivel del PBI del 2019 no se alcanzaría en la próxima década. Si se mantuviera el crecimiento mostrado en la última década (1.8%) se alcanzaría en el 2024, según datos del organismo.
Empleo, el gran desafío
La Cepal mejoró también la proyección del desempleo con respecto a julio, y situó la tasa de desocupación en el 10.7% en el 2020, lo que implica un incremento de 5.39 millones de personas desempleadas.
“Esta cifra se debe en gran medida a que la gente busca menos empleo, especialmente las mujeres. Si la tasa de participación fuera igual a en el 2019, la tasa de desocupación sería de 18.5%”, detalló Bárcena.
Sin embargo, agregó, se trata de un gran desafío para los próximos años, que tendrá que ir de la mano del crecimiento económico para que sea una recuperación “efectiva y real” para los habitantes de la región.
Sobre los niveles de inflación, la Cepal alertó de que América Latina ha llegado a niveles “históricamente bajos”, siendo los rubros de los alimentos y los servicios los más afectados en los últimos meses.
La región, con 626 millones de personas y considerada la más desigual del mundo, afrontó la pandemia en un momento de debilidad de su economía, con un crecimiento que apenas alcanzó una tasa del 0.1% el año pasado. Antes del COVID-19, la Cepal preveía que Latinoamérica crecería un máximo de 1.3% en el 2020.
“La pandemia ha magnificado nuestras debilidades estructurales históricas: desigualdad, limitado espacio fiscal, baja productividad, alta informalidad y protección social que no es universal”, concluyó.