Un coche eléctrico modificado con una pila de combustible alimentada por biomasa e hidrógeno quintuplicó la autonomía de fábrica y batió un récord mundial superior a 2,000 kilómetros.
Un Renault Zoé -un vehículo totalmente eléctrico con una autonomía de casi 400 km-, modificado por ARM Engineering, completó un recorrido de 2,055.68 kilómetros la medianoche del miércoles.
Para cubrir la distancia utilizó una carga completa de su batería y un tanque con 200 litros de G-H3 -un biocombustible producido a partir de estiércol e hidrógeno- que alimentan una pila de combustible y generan electricidad.
El proceso, ideado por la empresa del suroeste francés, permite utilizar el G-H3 para reformar el hidrógeno “y crear así electricidad para alimentar la batería”, según Marc Lambec, su presidente.
Cinco pilotos se turnaron en el circuito de Albi durante tres días al volante del prototipo, desde las 07:00 a medianoche, para superar el récord de distancia de 1,360 km realizado por un Toyota Mirai en Estados Unidos.
El mecanismo también es adaptable para un coche con motor de combustión interna. “En un vehículo térmico, el dispositivo permite reducir en un 80% las emisiones de CO2 y suprimir las de partículas finas”, afirma Marc Lambec, de 39 años.
Lambec estimó que se necesita medio litro de G-H3 para producir un kWh de electricidad.