El Gobierno municipal de Pekín anunció hoy que las medidas adoptadas en varios distritos para hacer frente al rebrote del COVID-19 se extenderán a toda la capital, en el mismo día en que el país decidió restringir los viajes de sus ciudadanos al extranjero.
En su último recuento, las autoridades capitalinas informaron de 64 nuevos casos detectados en las últimas 24 horas, con lo que el número total de infecciones desde que comenzó el actual rebrote -el pasado 22 de abril- se eleva a 1094.
Las autoridades decretaron este jueves que la totalidad de los distritos de la capital apliquen las mismas restricciones que los distritos de Chaoyang, Shunyi y Fangshan, en los cuales se había decretado el teletrabajo, cierre de restaurantes, gimnasios y otros establecimientos de interior, y donde los taxis no podían abandonar el distrito.
Además, se anunció una nueva ronda de PCR para los próximos tres días, con la advertencia de que quienes no se sometan a las pruebas verán aparecer en la aplicación de seguimiento para el coronavirus una notificación que impedirá su libre circulación hasta que no cuenten con un resultado negativo.
Por último, se suspendieron los servicios de estancia y ocio que otorgaban varios lugares a las afueras de la urbe, incitando así a los residentes en la ciudad a no salir de sus hogares.
El portavoz del Gobierno municipal, Xu Hejian, pidió a los ciudadanos que no hicieran caso a los rumores de “cierre silencioso de la ciudad”, ante la avalancha de personas que se dirigieron a los supermercados a comprar víveres antes de que la rueda de prensa de las autoridades sanitarias en la que se comunicaron las nuevas restricciones.
Poco antes, las redes sociales chinas se habían llenado de rumores sobre un posible confinamiento de la ciudad durante varios días, algo que finalmente no se produjo.
A su vez, la Administración Nacional de Inmigración anunció que restringirá estrictamente los viajes de los ciudadanos al extranjero por “razones no esenciales”.
Esta medida llega nueve meses después de que la autoridad migratoria endureciera la emisión y renovación de pasaportes para viajes “no urgentes e innecesarios”.
En 2021, este organismo registró solo 74 millones de entradas y salidas internacionales en China continental, casi un 79% menos en comparación con el nivel previo a la pandemia en 2019.
Con estas decisiones el Gobierno chino se reafirma en su política de “cero COVID”, aplicada de forma implacable durante los últimos rebrotes a causa de la contagiosa ómicron y que tiene su exponente más extremo en la megalópolis de Shanghái (este), que lleva casi dos meses confinada.