El paro de camioneros chilenos se mantiene de forma parcial este lunes por octavo día consecutivo, a pesar del acuerdo que el Gobierno alcanzó el domingo con un sector del gremio, que no dejó conforme a dos de las organizaciones convocantes porque no se concreta una rebaja al precio del combustible.
“Tenemos un acuerdo muy amplio porque el gobierno se ha hecho cargo y ocupado de los problemas que se han planteando (...). ¿Por qué se mantienen 36 puntos [bloqueados] entonces? El país y el Gobierno no pueden pagar los conflictos de liderazgo que hay al interior de los gremios de los camioneros”, sostuvo en una entrevista a una radio local el subsecretario de Interior, Manuel Monsalve.
La portavoz del Gobierno, Camila Vallejo, por su parte, insistió en los dichos de Monsalve y repitió que el Ejecutivo “va a hacer uso de las leyes que tiene a su disposición para que ningún ciudadano se vea afectado por las interrupciones”, en relación a la aplicación de la Ley de Seguridad del Estado, a través de la cual el Gobierno ha presentado 31 querellas contra dirigentes del gremio.
El acuerdo alcanzado, que ha servido para que parte de gremio deponga la protesta, contempla un congelamiento del precio del combustible durante cuatro meses, un alza tope de $15 pesos por litro (menos de un céntimo de euro) cada 21 días y una inyección de 1.500 millones de dólares al Mecanismo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Mepco) en la Ley de Presupuestos 2023.
Durante la mañana, el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, espetó un polémico comentario a las organizaciones que se mantienen movilizadas: “Estamos disponibles para seguir dialogando también con los descolgados. Pero que los descolgados se descuelguen de la imbecilidad, que está generando daño al país”.
Vallejo, quien acotó que “no usaría” las declaraciones de su par, reiteró que “el sentido profundo es velar por los intereses generales y no solamente de aquellos que quieren seguir bajo las presiones consiguiendo más privilegios de los que tienen”.
La extensión del paro ha provocado que algunas ciudades ya resientan desabastecimiento de combustible y alimentos, según difundieron diversos medios locales.
El presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex), Iván Marambio, alertó en declaraciones a medios locales que están a punto de detenerse las cosechas porque los frigoríficos están totalmente copados, lo que significaría que 200.000 personas se queden sin su fuente de trabajo.
Los camioneros, un colectivo que tiene un enorme poder de influencia en Chile desde que en la época de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) se abandonara el transporte ferroviario, sostienen la segunda protesta en lo que va de año alegando falta de seguridad en las rutas.
La primera fue en abril, un mes después de la llegada de Boric al poder.
Las movilizaciones de transporte en Chile tienen un impacto grande y directo en su economía, ya que no hay una alternativa al tránsito terrestre, lastrado por la falta de interés en el desarrollo de una amplia red ferroviaria durante la dictadura.