La invasión de Ucrania podría convertir a Vladimir Putin en un “paria” para la comunidad internacional, pero el presidente ruso no teme al aislamiento ni socavar el orden internacional, afirman expertos.
Las condenas internacionales se multiplican desde que tropas rusas invadieron Ucrania este jueves de madrugada.
“Putin es visto actualmente como la amenaza más inminente para nuestro sistema de democracia liberal occidental”, destaca el analista Timothy Ash, de la financiera Blue Bay Asset.
“Resulta interesante escuchar a los dirigentes occidentales. Hay un verdadero escándalo y mucha emoción. Se sienten decepcionados y amenazados por Putin”, que se ha convertido en “el paria número uno para los occidentales”, resume en una nota.
Consecuencia: “Rusia podría sumirse en un ostracismo político y económico sin precedentes y por mucho tiempo”, sometida a sanciones de extraordinaria severidad por parte de los países europeos y de Estados Unidos, indica en un tuit Comfort Ero, presidenta ejecutiva del International Crisis Group (ICG), especializado en la resolución de conflictos.
Rusia, y por lo tanto Putin, ya sufre sanciones desde que Rusia anexó Crimea en marzo del 2014, y por el envenenamiento del opositor Alexéi Navalni, pero reina la impresión de que ninguna medida ha tenido el menor efecto sobre el presidente ruso, salvo incrementar su intransigencia.
“Desde hace un año y medio, el Kremlin se ha preparado velozmente a que Occidente le imponga las sanciones más severas posibles”, destaca la analista Tatiana Stanovaia, fundadora de R.Politik, que se define como un centro independiente.
Putin “considera que las sanciones no tienen por objetivo impedir la agresión rusa, sino frenar el desarrollo de Rusia”, agrega.
“Abundantes reservas”
Y Rusia espera un “conflicto de larga duración con Occidente”, advierte Stanovaia.
Ante tal eventualidad, hace tiempo que Moscú comenzó a llenar su monedero, en particular con sus reservas en divisas.
“Las abundantes reservas en divisas extranjeras de Rusia (unos US$ 640,000 millones), el aumento de los precios del petróleo y su baja ratio deuda/PBI permitirían a Rusia contrarrestar el impacto directo de las sanciones, inclusive si a la larga tuviera que enfrentar una recesión”, tuiteó el analista del fondo de inversión británico ICG, Oleg Ignatov.
Sin embargo, estas medidas podrían convertir a Rusia en un mercado “paria, inviable para los inversores”, afirma Ash, señalando la caída de las bolsas rusas este jueves.
Debacle que el Kremlin dijo haber “previsto”. “Para que este periodo ‘emocional’ sea lo más corto posible, se tomaron todas las medidas necesarias”, indicó su portavoz, Dmitri Peskov.
El Kremlin también minimizó las consecuencias diplomáticas de la invasión rusa. “Por supuesto, podremos tener problemas con algunos Estados. Pero hemos tenido problemas con dichos Estados inclusive antes” de esta operación, martilló Peskov.
Vínculos rotos
Según Ero, la invasión de Ucrania “no es solamente una crisis de seguridad europea”. “Las repercusiones de esta guerra para la seguridad global serán graves y duraderas”, advierte.
“Evidentemente, Rusia se convertirá en un paria durante algún tiempo”, predice Alexander Baunov, analista del grupo estadounidense Carnegie en Moscú. “Cuanto más dure esta operación, más vínculos y compromisos económicos entre Rusia y otros países se romperán”, considera.
Aislado diplomática y económicamente de Occidente, Putin podría acercarse a otros países, como China o Irán, que hasta ahora se han mostrado reticentes a condenar a Rusia. Inclusive, el primer ministro paquistaní, Imran Khan, se encontraba este jueves de visita en Moscú.
Pekín afirmó este jueves que “entiende las preocupaciones” de Moscú y Teherán denunció las “provocaciones” de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como la raíz del conflicto ruso-ucraniano.
Y el Kremlin podría contar en algún momento con que China actúe como mediador, prevé Ash.