Las empresas tecnológicas han agregado más etiquetas a las cuentas de diplomáticos rusos y eliminado las cuentas de sus recomendaciones y resultados de búsqueda. (Foto: Denis Charlet / AFP)
Las empresas tecnológicas han agregado más etiquetas a las cuentas de diplomáticos rusos y eliminado las cuentas de sus recomendaciones y resultados de búsqueda. (Foto: Denis Charlet / AFP)

Conforme los gobiernos y las redes sociales toman medidas para suprimir a la prensa estatal rusa y la desinformación que se propaga sobre la , los diplomáticos del Kremlin incrementan el trabajo sucio.

Las embajadas y consulados rusos en todo el mundo usan extensamente Facebook, Twitter y otras plataformas para desviar la culpa de las atrocidades mientras intentan socavar la coalición internacional que apoya a Ucrania.

En respuesta, las empresas tecnológicas han agregado más etiquetas a las cuentas de diplomáticos rusos y eliminado las cuentas de sus recomendaciones y resultados de búsqueda. Pero las cuentas todavía están activas y propagan desinformación y propaganda en casi todos los países, en parte porque su estatus diplomático les brinda una capa adicional de protección contra la moderación.

Con cientos de cuentas de redes sociales en cada continente, los cuerpos diplomáticos de Rusia actúan como una red mundial de propaganda, en donde las mismas afirmaciones pueden reciclarse y adaptarse para diferentes públicos en diferentes naciones. Y, hasta el momento, se han quedado cortas las medidas para limitar significativamente ese esfuerzo.

“Cada semana desde que inició la guerra estos diplomáticos han publicado miles de veces, con más de un millón de interacciones en Twitter por semana”, dijo Marcel Schliebs, un investigador de desinformación en el Instituto de Internet Oxford en la Universidad de Oxford. Schliebs ha dado seguimiento a más de 300 cuentas de redes sociales vinculadas a embajadas, consulados y grupos diplomáticos rusos.

Algunas embajadas rusas, como las que están en el Reino Unido y México, por ejemplo, están particularmente activas, al producir propaganda a favor de Rusia y propagar falsedades cuya intención es apoyar la invasión.

¿El ataque con misil ruso contra una estación de trenes ucraniana que mató a 50 personas? Los ucranianos están tras él, tuiteó la embajada rusa en el Reino Unido. ¿Las conversaciones sobre crímenes de guerra rusos? Es un complot de Gran Bretaña para hacer quedar mal a Rusia, afirma la embajada. ¿Los soldados ucranianos que luchan por su país? En realidad, son nazis que operan bajo órdenes de Estados Unidos, según la embajada.

La embajada rusa en Londres tuiteó en un solo día la semana pasada sobre esas y otras teorías conspirativas. Cada publicación acumuló cientos o miles de retuits, comentarios y me gusta, incluso de decenas de otros usuarios de Twitter que rechazan la propaganda.

“Deberían ser más sensatos, pero así es vivir y trabajar para un régimen totalitario”, dijo Nicholas Cull, un profesor en la Universidad del Sur de California que estudia la intersección entre diplomacia y propaganda. “Un régimen totalitario requiere una burbuja mediática. Requiere censura en casa y requiere tus propios mensajes, tanto para el público nacional como extranjero. Así es esto”.