La alianza OPEP+, liderada por Arabia Saudita y Rusia, celebra este jueves su videoconferencia mensual para fijar el nivel de los suministros petroleros en junio, en un contexto marcado por las restricciones en China por el COVID-19 y los planes de la Unión Europea (UE) para prohibir las importaciones de crudo ruso.
Los mercados prevén que el grupo integrado por los 13 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y diez naciones productoras independientes se limite a sancionar un moderado aumento de su producción, acordado en una hoja de ruta adoptada en julio del 2021.
Según este plan, el tope de la producción conjunta de 20 países de la alianza -todos menos Venezuela, Irán y Libia, que están exentos de limitar sus extracciones- subirá en 432,000 barriles diarios, hasta totalizar 42.558 millones de barriles diarios (mbd).
La OPEP+, responsable de cerca del 40% de la oferta mundial de crudo, seguiría adelante con su política de los últimos meses, haciendo caso omiso de las presiones occidentales para que aporte un alivio más sustancial a los mercados, tensos por los elevados precios que impulsan la inflación.
Con sus moderados incrementos mensuales, los productores aspiran a recuperar de aquí a septiembre el nivel de bombeo que tenían antes del gran recorte, de casi 10 mbd, que implementaron en mayo del 2020 para hacer frente a la crisis del coronavirus.
Sin embargo, la mayoría de los países afrontan crecientes dificultades técnicas para alcanzar los topes de producción estipulados, debido a una falta de inversiones en su industria.
Se calcula que la producción total de la OPEP+ es hoy inferior en más de 2.5 mbd a la prepandémica, y el nivel se aleja cada vez más del tope establecido “sobre el papel”.
Esa falta de capacidad, que afecta a casi todos los miembros de la alianza salvo Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU), es una de las razones por la que nadie espera que la alianza acceda a un aumento más importante de su oferta.
A ello se añade, la lealtad a la cooperación con Moscú que la OPEP defiende desde el 2016 y que ha llevado a varios representantes del grupo a dejar claro que no compensarán la ausencia de barriles rusos.
Por otra parte, los productores ven en los nuevos brotes de COVID en China, por un lado, y en la creciente inflación, por el otro, dos factores que tienden a frenar el crecimiento económico, reducir el consumo y presionar a la baja sobre los “petroprecios”.
En vísperas del encuentro de mañana, la cotización del barril de petróleo Brent subía este miércoles en torno al 3%, superando los US$ 108, pocas horas después de que la Comisión Europea propusiera un veto progresivo a las compras europeas del crudo ruso para finales de año.
Este embargo petrolero es parte del sexto paquete de sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) a Rusia por su invasión de Ucrania, y de aprobarse, se sumaría al adoptado ya por Estados Unidos y el Reino Unido.