Más de 600 taiwaneses en el extranjero fueron extraditados entre el 2016 y 2019 a China, país al que la ONG Safeguard Defenders acusó en un informe de usar las deportaciones para “socavar la soberanía taiwanesa”.
La ONG, con sede en Madrid, califica las extradiciones de “persecución” por parte de China y advirtió de que estos taiwaneses se enfrentan en dicho país a posibles “violaciones de sus derechos humanos”, a una “ausencia de un juicio justo” y a “torturas”.
La organización señala en el informe -recogido hoy por la prensa taiwanesa- a España como el mayor extraditador de taiwaneses hacia China en dicho período, con 219 casos.
En el 2017, la Audiencia Nacional de España justificó así la extradición de los taiwaneses, acusados de fraude en el sector de telecomunicaciones: “La comunidad internacional, salvo los países con los que tiene relaciones diplomáticas, entiende a Taiwán como parte de China”.
Similar razonamiento, siguieron las autoridades de Kenia, país que también decidió deportar en el 2016 a ciudadanos taiwaneses a China: “Seguimos las leyes internacionales. No tenemos relaciones con Taiwán, sino con China”, explicó en su momento el Ministerio de Interior keniano, citado en el informe de la ONG.
Sin embargo, Safeguard Defenders, que asegura que hay una “cada vez mayor presión por parte de Pekín”, pone como ejemplo a Chequia, cuyos tribunales rechazaron en el 2020 una extradición de ciudadanos taiwaneses a China porque existía la posibilidad de que “sufriesen torturas” a su llegada al país asiático.
En ocasiones, Pekín ha argumentado que, cuando las víctimas de los crímenes son ciudadanos de la China continental, los culpables han de ser enviados a China.
La ONG recomienda “aumentar la representación de Taiwán” a nivel internacional y pide la adhesión del territorio a Interpol.
Taiwán mantiene en la actualidad relaciones diplomáticas con 15 países: Guatemala, Honduras, Ciudad del Vaticano, Haití, Paraguay, Nicaragua, Eswatini, Tuvalu, Nauru, San Vicente y Granadinas, San Kitts y Nevis, Santa Lucía, Belice, Islas Marshall y Palau.
Taiwán -adonde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil- se ha gobernado de manera autónoma desde 1949, aunque China reclama para sí la soberanía de la isla, que considera una provincia rebelde para cuya reunificación no ha descartado el uso de la fuerza.