La Organización Mundial de la Salud (OMS) prometió una revisión acelerada de datos sobre la hidroxicloroquina después de que preocupaciones de seguridad llevaron al organismo a suspender el uso del antipalúdico en un ensayo en pacientes con COVID-19.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entre otros, ha promovido la hidroxicloroquina como un posible tratamiento contra el coronavirus, pero la OMS pidió tiempo.
Un estudio publicado en la revista médica británica The Lancet encontró que las tasas de mortalidad y los latidos cardíacos irregulares habían aumentado entre los pacientes que recibieron hidroxicloroquina, lo que llevó a la OMS a suspender un ensayo clínico del medicamento.
"Una decisión final sobre el daño, beneficio o falta de beneficio de la hidroxicloroquina se tomará una vez que la evidencia haya sido revisada por la junta de seguimiento y seguridad de datos", dijo el organismo en un comunicado. "Se espera para mediados de junio".
Las personas en el estudio de la OMS que ya hayan empezado con la hidroxicloroquina podrán terminar sus tratamientos, indicó la OMS. Los pacientes recién inscritos recibirán otros tratamientos, incluidos remdesivir de Gilead Science y Kaletra/Aluvia de AbbVie.
Los ensayos separados de hidroxicloroquina, incluido un estudio de 440 pacientes en Estados Unidos de Novartis continúan.
La firma suiza y su rival Sanofi se han comprometido a donar decenas de millones de dosis del medicamento, también utilizado en la artritis reumatoide y el lupus, si se demuestra que es efectivo y seguro para el COVID-19.
Novartis dijo que el estudio de The Lancet, si bien cubría a 100,000 personas, sólo era “observacional” y no era capaz de demostrar un vínculo causal entre la hidroxicloroquina y los efectos secundarios.