Desde el inicio de la pandemia por COVID-19, los análisis de prueba han sido fundamentales para detectar casos positivos de contagio; sin embargo, con la llegada de la variante ómicron la demanda para adquirir estos test aumentó a nivel global.
Ya sea a través de pruebas serológicas, moleculares (PCR) o antígenas, aún existe la duda para saber cuál de estos test es el más efectivo y rápido para detectar un contagio por ómicron. ¿Es más certera una prueba nasal o la que se obtiene a través de una muestra de la saliva?
Algunos estudios ya concluyen que los análisis que se obtienen con una muestra de saliva serían más efectivos para detectar contagios por la variante ómicron, según detalla El País de España. La Universidad de Cape Town, en Sudáfrica, analizó las pruebas de antígenos de 382 pacientes de coronavirus y los resultados fueron sorprendentes.
Según este estudio, El test nasal que le hicieron a este grupo de personas reveló que el 100% de las infecciones tuvo como responsable a la variante delta y el test de saliva solo reconoció el 71% de los casos.
Sin embargo, con ómicron es distinto. Las pruebas obtenidas con una muestra de saliva detectaron el 100% de los casos con esta variante y en la mucosa nasal solo el 86%. Una de las primeras conclusiones a las que llegaron los científicos es que creen que ómicron se reproduce más rápido en la boca, lo que hace que el test sea más efectivo.
La consultora IQVIA, especializada en investigación y análisis de datos relacionados con la salud, concluyó en otro estudio que los test nasales o de saliva se han convertido en productos de consumo masivo de los últimos meses.
En los últimos meses se vendieron alrededor de 8,5 millones de tests, elevando la demanda en un 546% entre noviembre y diciembre de 2021.
El medio español destacó que en países de Europa, como el Reino Unido, ya empezaron a hace pruebas de la nariz y de la boca en el mismo test para localizar el virus. En esta región, las pruebas se distribuyen de manera gratuita en farmacias, bibliotecas o se entregan a los estudiantes en las escuelas.
En Francia, las pruebas antígenas se venden en 6 euros. En Portugal el precio máximo es de 2,75 euros y en Alemania su precio no puede superar los 1,75 euros.