Se necesitarán US$ 2.5 billones en gastos durante la próxima década para encaminar a Estados Unidos hacia una economía libre de carbono, pero la transición ayudará a pagarse, dicen investigadores de la Universidad de Princeton.
El objetivo de neutralidad de emisiones para el 2050 requeriría expandir los sistemas de energía renovable, construir casas más eficientes y poner en marcha 50 millones de autos eléctricos, según un informe publicado el martes.
Si bien los costos iniciales son significativos, se compensarían con los ahorros asociados con el cambio a una electricidad más barata y la creación de hasta 1 millón de nuevos empleos, dicen los investigadores. Un sistema de energía libre de carbono también reduciría el riesgo global subyacente de desastres relacionados con el clima.
“Requiere gastar menos en términos históricos”, asegura Jesse Jenkins, profesor asistente de Princeton y uno de los autores principales del informe. “Solo tenemos que gastar en las cosas correctas”.
La generación de energía a partir de combustible libre, como el eólico y el solar, al tiempo que reduce drásticamente el consumo de combustibles fósiles, podría mantener los costos de la energía por debajo de 6% del producto interno bruto hasta el 2050, muy por debajo de los niveles históricos.
Esto se debe en parte a que la volatilidad del precio del petróleo es un factor importante que determina cuánto pagan los hogares y las empresas de EE.UU. por su sistema energético.
Eliminar el uso de carbón para el 2030 y reducir el uso del petróleo y el gas en un 65-100% para el 2050 resultaría en pérdidas de empleos, pero las nuevas oportunidades compensarían con creces, especialmente en la construcción e instalación de energía eólica y solar.
Jenkins estima que habrá entre 500,000 y 1 millón de empleos adicionales netos para el 2030. El empleo relacionado con la energía podría constituir el 4.5% de la fuerza laboral de EE.UU. para el 2050, frente al 1.5% actual.
Llegar a cero neto requeriría una gran inversión en infraestructura, la cual incluye:
- Cuadruplicar la capacidad eólica y solar en EE.UU. a 600 gigavatios, suficiente para suplir aproximadamente la mitad de la electricidad del país
- Aumentar la capacidad de transmisión de energía en un 60%
- Duplicar la proporción de calefacción residencial suministrada por bombas de calor y triplicar la proporción en edificios comerciales
- Poner en marcha 50 millones de automóviles eléctricos y construir al menos 3 millones de estaciones de carga
Uno de los principales objetivos del informe es alentar a las comunidades locales a aceptar las decisiones que puedan tener que tomar en los próximos años. Las áreas desde las Grandes Llanuras al sur hasta Texas siguen siendo una gran fuente potencial de energía eólica, pero aprovechar eso requeriría nuevas líneas de transmisión y probablemente generaría un debate público sobre el uso de la tierra.