La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, afirmó que se aliará con el gobierno mexicano para tratar de evitar una feroz competencia salarial para los trabajadores estadounidenses y mexicanos.
Tai dijo ante el Comité de Finanzas del Senado que utilizará las nuevas disposiciones laborales específicas para las fábricas que están contempladas en el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) para abordar los problemas laborales de larga data en México.
El miércoles, su oficina (USTR, por su sigla en inglés) solicitó que México revisara las acusaciones sobre derechos laborales negados a trabajadores en una votación sindical en una planta de General Motors en México bajo los mecanismos laborales de “respuesta rápida” del TMEC.
“Este uso del mecanismo de respuesta rápida demuestra que actuaremos cuando a los trabajadores en ciertas instalaciones se les nieguen sus derechos bajo las leyes necesarias para cumplir con las obligaciones laborales de México”, dijo Tai.
La funcionaria destacó que el TMEC, que el año pasado reemplazó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte de 1994, tiene “los estándares laborales y ambientales más completos y aplicables de todos los acuerdos comerciales de Estados Unidos”.
Por su parte, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que le parecía bien que los trabajadores tengan más derechos y puedan elegir libremente a sus representantes sindicales, al ser consultado sobre el conflicto en la planta de GM en Silao.
Tai anunció la semana pasada que Washington apoyaría las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para una exención de los derechos de propiedad intelectual para las vacunas contra el COVID-19.
La representante comercial estadounidense reiteró en sus comentarios que estas negociaciones pueden llevar tiempo, y agregó: “Me alienta que otros países ya hayan anunciado que se unirán a nosotros”.
Agregó que Washington trabajará con el sector privado y otros socios para intensificar los esfuerzos para expandir la fabricación y distribución de vacunas en todo el mundo, incluido el acceso a las materias primas.
Además, la funcionaria sostuvo que está trabajando con la Unión Europea y Gran Bretaña para resolver una disputa de subsidios de larga data entre Boeing y Airbus y que tenía “discusiones constructivas” para abordar el exceso de oferta en los sectores del acero y el aluminio que provienen principalmente de China.
“Estas conversaciones tomarán tiempo, pero creo que una resolución es posible y vale la pena perseguirla”, destacó.