El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, consideró una violación a la soberanía del país la financiación por parte de Estados Unidos a organizaciones civiles que él considera opositoras a su Gobierno, en un nuevo reclamo a Washington para que deje de hacerlo.
El comentario del gobernante se produce en medio de roces entre las dos naciones por una reforma constitucional del sector eléctrico impulsada por él y cuestionada por autoridades estadounidenses que alegan que podría contravenir el acuerdo comercial de América del Norte, T-MEC, lo que México niega.
“Es una vergüenza para cualquier gobierno en el mundo, meterse a la vida interna de otro país”, dijo el mandatario en su rueda de prensa diaria. “Es una demanda que tenemos pendiente porque es un acto injerencista de violación a nuestra soberanía”, añadió.
El Gobierno envío en mayo pasado una nota diplomática a Washington que nunca fue respondida para protestar por el apoyo financiero de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés) a la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
López Obrador ha atacado duramente en los últimos días a periodistas tras la publicación de artículos que comprometen a su administración, suscitando críticas por ser México uno de los países más peligrosos para ejercer el oficio, con 150 asesinados desde el 2000, cinco en lo que va de año.
MCCI y el periodista Carlos Loret de Mola, del portal Latinus, publicaron en enero una investigación conjunta sobre una casa en Texas alquilada por un hijo del gobernante que pertenecía a un exejecutivo de una firma que hace negocios con la petrolera estatal mexicana Pemex.
El presidente ha asegurado que su hijo, al que el reportaje adjudica también una ostentosa mansión en Houston, no tiene influencia en su gobierno y ha explicado que al parecer es su esposa que “tiene dinero”.
USAID publicó en mayo del 2021 un resumen de sus actividades en México, donde detalló que financiaba con US$ 2.25 millones a MCCI en “periodismo de investigación”, entre otras áreas. La organización aclaró que los recursos que recibe están amparados por la ley y son congruentes con su objeto social.
Aunque López Obrador dice tener “muy buena” relación con Estados Unidos, su reforma del sector eléctrico ha provocado expresiones de preocupación de la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, y el enviado especial para el Clima, John Kerry.
La controvertida iniciativa legal, que según sus detractores socavaría la inversión en energías eólica y solar, podría estar aprobada antes de mayo, dijo la semana pasada un prominente diputado del partido gubernamental Morena.