Los mercados financieros de Argentina celebraban el lunes la derrota del oficialismo en las elecciones primarias (PASO) de la víspera, que son consideradas un referente de cara a los comicios legislativos de medio término que se realizarán en noviembre.
Si estos resultados se trasladaran a las elecciones de noviembre, el oficialista Frente de Todos perdería 6 senadores en el Senado y 9 diputados en la Cámara Baja, por lo que no tendría quórum propio en ninguna de las dos cámaras.
“Los mercados corren tras las PASO y harán una mejora a corto plazo porque existe una oxigenación de expectativas. Por eso, los precios de activos se recuperan (...) Vienen dos meses de política fiscal (por parte del Gobierno)”, dijo el economista Gabriel Caamaño.
La oposición, considerada de centroderecha, es vista como más amigable por los mercados.
El índice accionario líder S&P Merval de Buenos Aires subía un importante 6.74%, a 81,007.30 unidades, a las 12:45 hora local (1545 GMT), luego de marcar una mejora máxima del 10.58% y un nivel récord de 83,923.24 puntos tras los primeros negocios.
El resultado “indudablemente implica, parados a hoy, que lo más probable es un cambio de gobierno en el 2023, con todo lo que falta”, dijo Camilo Tiscornia, economista de la consultora de C&T.
Los bonos soberanos en la plaza extrabursátil local subían un fuerte 3.9% promedio, liderados por las emisiones dolarizadas de mayor liquidez.
Por su parte, el riesgo país argentino caía 69 puntos básicos, a 1,469 unidades, lejos del récord de 1,669 unidades a finales de marzo.
El triunfo de la oposición se da en momentos en que la tercera economía de América Latina mantiene una larga negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reestructurar US$ 45,000 millones, una economía golpeada por la pandemia de coronavirus, alta inflación y presiones cambiarias.
“La combinación de crisis económica con una (gestión de la) pandemia cuestionada y discutible me parece que generó un cocktail explosivo en el cual era inimaginable pensar en una victoria del gobierno en estas condiciones”, dijo el analista político Facundo Nejamkis.
En la plaza cambiaria, el peso en el segmento mayorista se depreciaba un controlado 0.1%, a 98.20/98.21 por dólar, con control de liquidez impuesto por el banco central (BCRA).
Operadores estiman que la entidad monetaria debió desprenderse de US$ 500 millones en setiembre para sostener la paridad cambiaria.
“Existe un riesgo de radicalización tras los resultados, aunque todavía hay que esperar la reacción del oficialismo -ante el mapa electoral-, no sólo en términos económicos sino también político, crucial frente a los dos años por delante”, dijo Gustavo Ber, economista de Estudio Ber.
El peso en los mercados alternativos cotizaba a 177 por dólar en el bursátil “Contado con Liquidación” y a 174 en el denominado “dólar MEP”.
Por su parte, en el reducido circuito marginal se recuperaba un importante 1.65%, a 182 unidades por dólar, para la venta en un marco reducido de negocios, dijeron operadores.