Los fabricantes de acero españoles han reducido la producción en sus altos hornos de consumo eléctrico después que los precios de la electricidad se dispararan a máximos históricos tras la invasión rusa de Ucrania.
Andrés Barceló, director general de la patronal nacional de productores de acero Unesid, dijo que las acerías detuvieron la producción en la tarde del 8 de marzo.
Desde entonces, muchas han estado produciendo a un ritmo reducido para bajar los costes, dijeron Unesid y algunos productores locales de acero.
Los costes de la electricidad se han disparado a la par que los del gas tras la invasión rusa de Ucrania, lo que supone un dolor de cabeza para las industrias que hacen un uso intensivo de la energía, como la siderúrgica, ya que los productores no pueden trasladar todo el aumento de los costes a sus clientes.
Los fabricantes de acero han recurrido a la compra de electricidad en el mercado al contado, donde los precios están en máximos históricos, dijo un portavoz de ArcelorMittal.
Como resultado, ArcelorMittal ha dejado de operar durante las horas punta, o sea, alrededor de un tercio del tiempo, en su planta de Olaberria, en el País Vasco, dijo el portavoz.
La empresa también ampliará el cierre programado de otra planta en la cercana Sestao durante 10 días, hasta el 23 de marzo, y tiene previsto cerrar una tercera planta en Gijón, en Asturias, entre el 24 y el 28 de marzo.
El fabricante español de acero inoxidable Acerinox dijo que ha detenido la producción en su única planta en España, en Algeciras, en el extremo sur del país, mientras que el productor Celsa, que no cotiza en bolsa y cuya fábrica de Barcelona tiene una capacidad anual de 2,5 millones de toneladas, también recortó la producción, señalando los insostenibles costes energéticos.
“Estamos satisfaciendo la demanda de nuestros clientes, pero nuestros hornos funcionan en horarios diferentes para adaptarse a los precios de la electricidad”, dijo un portavoz de Celsa.
Otros fabricantes de acero no cotizados en bolsa, como Megasa y Siderúrgica Balboa, también interrumpieron la producción, al menos parcialmente.
Para proteger a los fabricantes de acero, Unesid ha pedido al gobierno español que cambie la normativa para desvincular la electricidad de los precios internacionales del gas.