La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, advirtió que no es conveniente “retirar los estímulos monetarios de forma prematura en la zona del euro” porque la elevada inflación actual remitirá.
En el 31 Congreso de banca europea en Fráncfort, Lagarde reiteró que “es muy poco probable que se den las condiciones para subir los tipos de interés el próximo año”.
Incluso, añadió, después de que concluya la situación de emergencia de la pandemia, “será importante para la política monetaria, incluido el ajuste de las compras de activos, apoyar la recuperación y la vuelta sostenida de la inflación” al objetivo de 2%.
El BCE va a anunciar sus intenciones respecto a las compras de deuda pública y privada tras su reunión a mediados de diciembre las decisiones.
“Si somos pacientes y constantes ahora, estoy segura de que estas condiciones se lograrán”, añadió la presidenta del BCE.
Lagarde se mostró convencida de que las presiones inflacionistas actuales van a remitir con el tiempo y que van a lograr su objetivo de 2% a medio plazo.
“Esta inflación es inoportuna y dolorosa y hay naturalmente preocupaciones sobre cuánto tiempo durará. Tomamos muy en serio estas preocupaciones y observamos la evolución con cuidado”, dijo Lagarde.
La presidenta del BCE reconoció que “una inflación más elevada reduce los ingresos reales de la gente, especialmente de aquellos en la parte de baja de la distribución de ingresos”.
Pero restringir la política monetaria prematuramente no sólo reduciría más los ingresos de los hogares, sino que no abordaría las causas de la inflación porque los precios de la energía se establecen de forma global y la política monetaria del BCE no puede remediar los cuellos de botella en la oferta, según Lagarde.