Por Cynthia Koons
La Organización Mundial de la Salud declaró la viruela del simio una emergencia de salud pública el fin de semana pasado, ejerciendo presión sobre los gobiernos para detener este virus en seco. Pero antes de entrar en por qué eso es importante.
¿Por qué el mundo necesita detener la viruela del mono?
La viruela del mono no es Covid, no se transmite por el aire, ni parece ser tan mortal. Pero eso no significa que no sea una gran amenaza para la salud pública. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, lo expresó alto y claro cuando lo declaró una emergencia de salud pública el fin de semana pasado , aunque el comité de expertos de la OMS aún no pudo llegar a un consenso sobre si estaba justificado. Entonces, ¿por qué lo hizo Tedros?
Para comprender por qué es importante este brote actual, vale la pena mirar la historia. La viruela del mono se detectó por primera vez en 1970 en un niño de 9 meses en la República Democrática del Congo. El virus no salió de África hasta un brote del 2003 en los EE. UU. que se remonta a roedores importados de Ghana. En ese brote, no se pudo atribuir un solo caso al contacto de persona a persona. En cambio, parecía que el virus se transmitía de los perros de las praderas infectados a las personas. El brote fue efectivamente contenido.
Desde entonces, la viruela del simio no ha sido un problema fuera de los países en desarrollo. Todo eso cambió a principios de este año cuando la viruela del simio comenzó a aparecer en los EE. UU. y Europa.
Lo que sabemos hasta ahora es que el brote se concentra en hombres que tienen sexo con hombres, y particularmente en aquellos que tienen múltiples parejas sexuales. Pero esa no es toda la historia. Ya han surgido algunos casos de viruela del simio en niños. Se cree que el virus es más riesgoso para niños menores de 8 años y en personas con sistemas inmunológicos comprometidos. El último grupo es especialmente digno de mención, porque el 41% de los casos de viruela del simio hasta ahora son en personas con VIH .
Tedros cree que el uso de estrategias de mitigación en las poblaciones que ya están afectadas por este brote podría permitir detener la propagación del virus. Pero los gobiernos tienen que actuar rápidamente. Los trabajadores de la salud deben estar capacitados para detectar el virus a tiempo. Las vacunas deben implementarse, los tratamientos deben estar disponibles y las pruebas accesibles. Todas estas son lecciones que los gobiernos deberían haber aprendido en la lucha contra el covid, pero no está claro que lo hayan hecho. La viruela del mono podría convertirse en un problema mucho mayor.
Eso es porque la viruela símica muta, como cualquier otro virus. La cepa actual ya tiene unas 50 variaciones genéticas de las versiones que circularon en el período 2018-2019, según un estudio publicado en Nature Medicine. Los científicos que hicieron la investigación se sorprendieron al encontrar tantas mutaciones. Como hemos visto con el Covid, cuanto más tiempo vive el virus entre nosotros, más propenso es a cambiar. En el pasado, la viruela del simio no se contagiaba fácilmente de persona a persona. Sin una acción rápida para detener este brote, el virus solo obtendrá más y tendrá más posibilidades de transformarse en una amenaza cada vez más formidable. Esa es una lección de Covid que todos deberíamos haber aprendido a estas alturas.