El presidente del gigante inmobiliario chino Evergrande, muy endeudado, y cuya posible quiebra podría perturbar la economía, pidió al grupo que “haga cuanto pueda” para hacer frente a sus obligaciones, informó la prensa oficial.
El conglomerado privado tiene una deuda de unos US$ 300,000 millones. Un impago podría provocar una fuerte desaceleración del sector de la construcción en China y tener consecuencias en los mercados mundiales.
Evergrande, sometido a una fuerte presión, enfrenta también manifestaciones de compradores de apartamentos y de inversores furiosos que reclaman su vivienda o su dinero.
El presidente del grupo, Xu Jiayin, reunió el miércoles por la noche a más de 4,000 responsables de la empresa para pedirles que “dediquen toda su energía a la reanudación del trabajo y de la producción y a la entrega de bienes inmobiliarios”, indicó el diario bursátil China Securities Journal.
Xu, otrora una de las mayores fortunas de China, también subrayó que el grupo debe “hacer cuanto pueda para honrar” sus obligaciones.
El jueves vence el plazo para que la empresa pague US$ 83.5 millones (71 millones de euros) de intereses de un bono.
Sin poder pedir préstamos en los mercados internacionales y con una liquidez escasa, el grupo intentó reembolsar a algunos de sus acreedores en especie, ofreciendo plazas de aparcamiento y propiedades sin terminar.
“Solo con una reanudación plena de nuestro trabajo, de nuestra producción, de nuestras ventas y de nuestras operaciones, podremos garantizar los derechos y los intereses de los propietarios de apartamentos y asegurar el pago de los inversores”, recalcó Xu Jiayin el miércoles por la noche, según el China Securities Journal.
El temor a que se repita en China, segunda economía mundial, un escenario parecido al de Lehman Brothers, cuya quiebra precipitó la crisis del 2008 en Estados Unidos y en el mundo, agitó las plazas financieras en los últimos días.
Entretanto, el gobierno chino no precisó si intervendría o no a favor del conglomerado privado.
El promotor anunció el miércoles que había llegado a un acuerdo con acreedores de una pequeña parte de su deuda, lo que insufló un cierto optimismo en los mercados.