(Foto: EFE)
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Los "unicornios", como se conocen las valoradas en más de US$ 1,000 millones, han florecido en , que cuenta con al menos ocho empresas de este tipo, más que en ningún otro país latinoamericano.

Las aceleradoras, las incubadoras y los ángeles se han incorporado en los últimos años al ecosistema empresarial de Brasil, donde existen cerca 12,800 empresas emergentes, según los datos de la Asociación Brasileña de Startups (Abstartups).

Sao Paulo, motor económico del país, se ha alzado como uno de los polos más potentes de la región en este campo en constante transformación y por ello gigantes como y ya han lanzado importantes iniciativas regionales para impulsar el desarrollo de esta área.

Según el informe publicado este año por Global Startup Ecosystem, uno de los más reconocidos y extensos del sector, la capital paulista figura en la lista de treinta ecosistemas emprendedores más promisorios del mundo, donde Silicon Valley sigue siendo el rey.

Actualmente existen ocho unicornios en Brasil -el mayor número de Latinoamérica- y el último de ellos irrumpió hace apenas una semana después de que anunció la inversión de US$ 300 millones en Gympass, la plataforma de intermediación entre gimnasios, usuarios y empresas para fomentar la práctica deportiva entre empleados.

La inversión de Softbank forma parte de la estrategia de su recién creado Fondo de Innovación en América Latina, que incluye inversiones por US$ 5,000 millones en empresas tecnológicas de la región.

"El mercado de las 'startups' (empresas emergentes) crece entre un 15% y 20 % al año en Brasil", precisó el presidente de Abstartups, Amure Pinho, quien confía en la llegada de otras tres o cuatro 'criaturas mitológicas' todavía este año en el país.

El avance de las grandes empresas emergentes en Brasil y el aterrizaje de fondos de inversión interesados en el sector hace pensar que el país suramericano conseguirá hacerse un hueco importante en el terreno mundial de las "startups" en los próximos años, según explicó Clara Bidorini, una de las directoras de Kyvo, consultora de innovación y aceleradora de "startups".

No obstante, Bidorini recordó que, a diferencia de , en el país suramericano todavía existe una aversión al riesgo y una gran parte del capital está concentrado en negocios familiares que apuestan por otro tipo de fondos a la hora de invertir.

"Fuera de Brasil se valora más al emprendedor, pero a pesar de eso, los inversores están empezando a copiar buenas prácticas", señaló Camila Farani, impulsora de Jobcam, la primera plataforma global de entrevistas a ciegas.

Jobcam es una de las diez que integran la aceleradora que Facebook lanzó hace dos años y medio en la Estación Hack de Sao Paulo, considerado el primer centro de entrenamiento de Latinoamérica enfocado en la formación de programadores y emprendedores.

Facebook ya abrazó a 30 empresas emergentes con un fuerte componente social y cuyas soluciones han impactado a más de 2 millones de personas en todo el país.

El director de la Estación Hack, Eduardo Lopes, subrayó que los grandes fondos globales están mirando a las "startups" en Latinoamérica, aunque precisó que en el segmento de impacto social la atención sigue baja.

"Son negocios que por sus características tienen un riesgo más elevado y un retorno un poco más lento, las soluciones para los problemas sociales de gran escala tienen un tiempo de maduración mayor que otros negocios más apelativos y el inversor a veces pone eso en balanza", dijo Lopes.

Además de gigantes como Google y Facebook, cada vez son más las empresas que apuestan por las aceleradoras de "startups" para promover la innovación en su área, como la que recientemente lanzó la cervecera española Estrella Galicia en el país suramericano.

Para el presidente de Abstartups, las empresas se han dado cuenta de que el mundo está cambiando y si no apuestan por la innovación, "morirán"