El Senado de Chile inició este lunes la discusión del proyecto de ley para el retiro del 10% de los fondos de pensiones, aprobado la semana pasada por Diputados, y que cuenta con votos de la coalición del gobierno de Sebastián Piñera.
El proyecto que avanza a paso seguro en el Congreso chileno marca una derrota histórica a los principios de la derecha en este país, donde la fuerte crisis económica derivada de la pandemia hizo que varios diputados y senadores de la coalición de Gobierno, Chile Vamos, dieran un giro y aseguren los votos para su aprobación esta semana.
El segundo trámite de la iniciativa se inició este lunes en la Comisión de Constitución del Senado, que durante la jornada debe votar el proyecto de ley.
De ser aprobada, la iniciativa debe ser sometida a votación en general en una sesión plenaria el miércoles, para luego ser tratada nuevamente artículo por artículo.
Pero el despacho total de la ley, que cuenta con más de 80% de respaldo ciudadano, según varias encuestas, se da por descontado tras el anuncio de cinco senadores de la coalición del gobierno de Piñera de apoyar la iniciativa.
Este lunes, el senador de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), José Durán, fue el último legislador oficialista en comprometer su apoyo.
"No es un voto ideológico, no estoy transgrediendo los principios de la UDI ni de la derecha, muy por el contrario, estoy con la gente", dijo en una declaración pública.
En medio de la pandemia y el retraso de las iniciativas estatales para ir en ayuda de la clase media, fuertemente golpeada por la crisis económica, ha ido ganando fuerza popular el retiro anticipado de los ahorros de los fondos de pensiones.
Chile fue pionero en instaurar el sistema de capitalización individual durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). En más de 30 años de democracia este fue uno de los pilares del otrora exitoso modelo chileno y ningún gobierno socialdemócrata o socialista promovió ni apoyó reforma alguna.
La última encuesta de la consultora Cadem mostró este lunes que un 82% de los chilenos retiraría el 10% de su ahorro previsional, pese a que economistas han señalado que contribuirá a disminuir el monto de pensiones en un país donde ya son muy bajas.
El gobierno, en tanto, en un intento de frenar el avance de la iniciativa, presentó en paralelo un plan de medidas para la clase media que incluye la entrega de un bono por casi US$ 630 y un crédito blando por US$ 1,900.