El 1 de agosto de 1971, varias de las figuras más destacadas del mundo de la música se reunieron en el Madison Square Garden de Nueva York para participar en un evento considerado como el primer gran acontecimiento solidario multitudinario, el Concierto por Bangladesh, un punto de inflexión que dio a luz a todo un movimiento benéfico.
Organizado por el guitarrista de The Beatles, George Harrison, y el legendario músico indio Ravi Shankar, el concierto tenía como objetivo hacer un llamado internacional a ayudar al país asiático, que acababa de declarar su independencia de Pakistán y que había sido duramente golpeado no solo por una guerra civil sino por varios desastres meteorológicos.
En total, seis millones de ellos se habían visto obligados a desplazarse por aquel entonces, y vivían en durísimas condiciones que habían desembocado en malnutrición, cólera y una larga lista de enfermedades.
Para Shankar, un virtuoso del instrumento de cuerda sitar, la situación era especialmente personal, porque su familia provenía precisamente de Bangladesh, por lo que decidió hablar con su amigo cercano, George Harrison, para impulsar el evento.
El estatus del “beatle” atrajo a figuras del panorama musical de la época de la talla de Bob Dylan, Eric Clapton, Billy Preston, Leon Russell o al que hasta hacía poco había sido su compañero de banda, Ringo Starr, que actuaron en dos conciertos el 1 de agosto, uno a las 14.30 de la tarde y otro a las 20.00.
Unas 40,000 personas los vieron en vivo y se consiguió recaudar algo más de US$ 240,000 de la época (unos 1.6 millones de dólares en la actualidad), una iniciativa que está considerada como el primer acto real de gran benevolencia de la comunidad del rock, y que fue un modelo a seguir para los enormes conciertos caritativos que se popularizaron en los años 80, como el Live Aid de 1985.
Ese colosal evento, organizado por Bob Geldof para obtener fondos en favor de las víctimas de una hambruna en Etiopía, se estima fue seguido en directo por unas 1,900 millones de personas, lo que por aquel entonces suponía alrededor de un 40% de la población mundial, y recaudó unos 150 millones de libras esterlinas (unos 400 millones de libras o US$ 555 millones actuales).
Los US$ 240,000 del Concierto por Bangladesh fueron a parar a Unicef, aunque después se consiguieron reunir millones de dólares más con el exitoso álbum y la película que se lanzaron en 1972.
Para celebrar este hito de la historia de la música, el 1 de agosto del 2021 se celebrará el Concierto desde Bangladesh, que también reunirá a distintos artistas pero de una forma muy diferente, ya que tendrá lugar gracias a una tecnología que hace 50 años se consideraría ciencia ficción.
Organizado por UBIK Productions, con sede en Londres, y Samdani Art Foundation (Dacca), el concierto tiene como objetivo repasar la historia de solidaridad que había detrás de la versión original, y los fondos reunidos irán a parar tanto a los músicos participantes como a la organización caritativa de Bangladesh “Friendship”.
Mezclando elementos reales y digitales, el concierto estará formado por actuaciones en video y en directo de 13 músicos de Bangladesh y del Asia meridional en una fusión ecléctica de distintos estilos, que van desde el hip hop a la música electrónica experimental.
Gracias a la técnica audiovisual croma, cada músico será proyectado en un escenario de realidad virtual que se pasea por los principales atractivos naturales y arquitectónicos de Bangladesh y celebra un país que en sus 50 años de vida ha pasado a convertirse en uno de los centros creativos más dinámicos de Asia.
Así, el evento podrá seguirse desde la plataforma digital de Pioneer Works, a la vez que podrá verse un concierto en vivo en el Yorkshire Sculpture Park, en la ciudad británica de Wakefield.
Otro aspecto importante que diferencia ambas versiones es un leve pero importante cambio en el título, puesto que los organizadores se han decantado por un “desde” en lugar de un “por”.
“Es importante distinguir lo que significa ser de un lugar y lo que significa apoyar a ese lugar”, ha explicado la directora artística del concierto, Diana Campbell, de la Samdani Art Foundation, que con esta simple alteración lingüística ha querido alejarse de la idea de que Bangladesh, antigua colonia británica, necesita ser rescatada por el Reino Unido.