El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo este martes que espera que su país registre una cosecha récord de 150 millones de toneladas de granos en 2022, en un momento en el que Moscú enfrenta obstáculos para la exportación por las sanciones occidentales.
Putin indicó que ya fueron cosechados 138.7 millones de toneladas de cereales. “Las estimaciones preliminares (para 2022) ya se sitúan en 150 millones, incluyendo 100 millones de toneladas de trigo. Esto va a ser un récord en la historia de Rusia”, declaró el mandatario en una reunión de gobierno transmitida por televisión.
Rusia, uno de los mayores productores de grano del mundo, lleva varios meses acusando a los países occidentales de obstaculizar sus exportaciones de productos alimenticios y fertilizantes, lo que, según Moscú, crea un riesgo para la seguridad alimentaria.
Según Rusia, aunque las sanciones tomadas por Estados Unidos y Europa para castigarla por su ofensiva en Ucrania no apuntan directamente a su sector agrícola, sí dificultan la financiación y venta de sus exportaciones, al apuntar a bancos y empresas de transporte.
“Las entregas de cereales y fertilizantes en el extranjero siguen siendo difíciles”, lamentó Putin. “Las sanciones contra Rusia podrían agravar la situación y provocar una crisis alimentaria mundial”, advirtió.
Putin se mostró muy crítico con un acuerdo concluido en julio en Estambul que permitió desbloquear la exportación de cereales ucranianos. Según él, estos granos van principalmente a países europeos y no a los más pobres.
“Los cereales ucranianos siguen esquivando los países más pobres. Hasta el 23 de septiembre, solo cuatro barcos sobre 203 fueron a esos países”, afirmó el mandatario ruso. Ucrania y los países europeos rechazan estas acusaciones.