El polémico proyecto de ley que busca permitir un cuarto retiro del 10% de los fondos de pensiones en Chile avanzó este martes en el Parlamento envuelto en controversias y pese a los rechazos frontales del Gobierno.
La iniciativa, presentada por parlamentarios de oposición, obtuvo luz verde en la Comisión de Constitución del Senado, con 3 votos a favor y 2 en contra, y está ahora pendiente de su votación en el pleno de la cámara -algo que podría tener lugar en las próximas semanas- y de la discusión de su articulado.
De aprobarse, todos los contribuyentes podrían retirar, por cuarta vez desde el inicio de la pandemia, un décimo de sus pensiones gestionadas por administradoras privadas para enfrentar los apuros económicos generados por el COVID-19.
“El cuarto retiro es necesario para dar garantías a los chilenos en este escenario de incertidumbre económica. Permitirá nivelar la cancha y mejorar las condiciones de partida de muchas familias”, afirmó el presidente de la comisión, el opositor Pedro Araya.
Los retiros de pensiones son uno de los temas más controvertidos en el país: los defensores sostienen que los más de US$ 40,000 millones anunciados por el Gobierno para ayudas sociales no son suficientes y que la gente necesita más liquidez.
En tanto, los detractores señalan que es una forma de hipotecar el futuro de los contribuyentes, que infringe normas constitucionales y no es adecuado ya que las condiciones pandémicas no son tan graves como las del 2020.
También sostienen que un nuevo retiro empeorará la actual inflación, que según el Banco Central acumula un aumento de 4.4% en lo que va de año, algo inédito desde el 2008.
A mediados de agosto, el presidente del Banco Central anticipó que esta política podría tener efectos “extremadamente graves”, considerando que la cantidad de circulante podría “recalentar la economía” del país.
Quiebre en oficialismo
“Esta iniciativa perjudica mucho más de lo que ayuda. Las ayudas deben de venir del Estado”, expresó Rodrigo Galilea, senador oficialista.
“No seguimos avanzando en más retiros, modifiquemos el sistema previsional con cotizaciones obligatorias. Esa debe ser la solución”, agregó por su parte Luz Ebensperger, otra parlamentaria de derecha.
El proyecto ha generado también una crisis dentro el oficialismo, y mientras que el Gobierno ha hecho un llamado a rechazarlo, varios diputados votaron a favor en la Cámara Baja.
De salir adelante, este cuarto retiro se sumaría al aprobado el pasado abril y a los de julio y diciembre del año pasado, que han supuesto un desembolso de casi US$ 50,000 millones para las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
Mientras que estas compañías gestoras obtienen millonarios beneficios, la mitad de los contribuyentes chilenos recibe menos de 215,000 pesos (US$ 280) al mes de pensión, según datos de la Fundación Sol, siendo que la línea de la pobreza se sitúa en los 170,000 pesos
Replicado desde la década de 1990 en buena parte de Latinoamérica y pionero en la capitalización individual, este modelo está fuertemente cuestionado hoy en día por las pírricas jubilaciones que otorga y cada vez son más las voces que piden transitar hacia un modelo más solidario.