Los inversores compraron más bonos que en cualquier otro momento de los últimos cuatro meses en la semana hasta el miércoles, ya que aparecieron señales de que la inflación podría haber tocado techo, dijo BofA Global Research.
Los inversores compraron 2,600 millones de dólares en bonos en la semana hasta el miércoles, dijo BofA, citando datos de EPFR.
Estas cifras no reflejan el informe de precios al consumo del jueves, que mostró que la inflación aumentó mucho menos de lo esperado en octubre, lo que llevó a los inversores a reevaluar la posible trayectoria de la política monetaria estadounidense.
“El ‘shock de la inflación’ ha terminado, pero el ‘palo de la inflación’ por una rápida aceleración en la inflación de salarios y servicios ha llegado para quedarse; la inflación bajará pero se mantendrá por encima del rango de los últimos 20 años”, dijeron los estrategas de BofA, dirigidos por Michael Hartnett.
La Reserva Federal ha señalado en repetidas veces su determinación de reducir la inflación hasta su objetivo del 2% subiendo las tasas de interés de forma agresiva. Pero al hacerlo, se arriesgan a desacelerar la economía, lo que podría obligarles a reducir el ritmo de alzas de tipos, un cambio que los inversores han calificado de “pivote”.
Los datos de inflación del jueves provocaron un gran impulso en los activos de riesgo, como la renta variable, al aumentar las posibilidades de un pivote. El índice referencial estadounidense S&P 500 sumó el jueves un 5.5%, en su mejor día en más de dos años a la luz de la noticia.
El shock de la inflación, de las tasas y de la recesión definieron la narrativa bajista de 2022, dijo el Bofa, añadiendo que 2023 parece muy diferente, con una “narrativa alcista” que se refiere a un “pico del IPC, pico de la Fed, pico de los rendimientos, pico del dólar”.