La Amazonía brasileña registró 27,910 focos de incendio en agosto, cinco veces más fuego que el de julio pasado, cuando fueron notificados 4,977 áreas en llamas, informó este martes el Gobierno.
El estado de Amazonas, el más grande del país, con unos 1,6 millones de kilómetros cuadrados de superficie, fue la región más impactada por las llamas en agosto, de todas las que comparten la selva brasileña, con 8,585 focos de incendio, un récord nunca antes visto en el gigante suramericano, según datos divulgados este martes por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
Los datos señalan que, no obstante, el volumen de fuego de agosto fue un 4.7 % menor que el registrado en el mismo mes del año pasado, cuando fueron notificados 29,307 incendios en la mayor selva tropical del planeta.
Se trata del tercer mayor número para el mes en 11 años, una cifra que en 2019 superó los 30,000 focos de incendio y que alarmó al mundo entero cuando imágenes de la Amazonía en llamas generaron indignación global.
Desde el primero de enero y hasta el 30 de agosto se han contabilizado 89,380 focos de fuego en los seis biomas que alberga el gigante suramericano (Amazonía, Caatinga, Cerrado, Mata (Bosque) Atlántica, Pampa y Pantanal), una cifra que ya sobrepasa los 89,055 registrados durante todo 2020.
De acuerdo con los expertos, la mayoría de los incendios son provocados por la deforestación de la selva, causada principalmente por la minería ilegal y el comercio ilícito de madera.
La mayor selva tropical del planeta concentra el 72.5 % de toda la extracción minera del país. La extracción ilegal de metales en Brasil ha afectado principalmente a las áreas de conservación ambiental, donde las explotaciones aumentaron más del 300 % en la última década, según un estudio de la organización Mapbiomas.
Según datos oficiales, la deforestación de la mayor selva del planeta en 2020 fue de 10,851 kilómetros cuadrados.