Los incendios registrados desde agosto en Bolivia arrasaron con 2 millones de hectáreas de bosques y pastizales, entre ellos áreas protegidas, informó la gobernación de la región de Santa Cruz (este), en tanto el Ministerio de Defensa denunció fuegos deliberados y sabotajes.
La secretaria de Medio Ambiente de la Gobernación de la región de Santa Cruz, Cinthia Asín, reveló en conferencia de prensa la nueva cifra del daño causado por el fuego y demandó al Poder Ejecutivo la declaratoria de desastre nacional para ampliar las acciones contra los incendios y canalizar más ayuda internacional.
"Ya vamos más de 2 millones de hectáreas quemadas en el departamento de Santa Cruz, ya vamos casi un mes (con el problema) y aún no se declara desastre nacional al país", afirmó la funcionaria.
Asín señaló que de esas 2 millones de hectáreas, cerca de 900,000 están en áreas protegidas, y que las más afectadas se encuentran ahora en la de Otuquis y San Matías, en el este de Bolivia, ricas en flora y fauna.
Los ambientalistas culpan a leyes promulgadas bajo el gobierno del izquierdista Evo Morales de incentivar la quema de bosques y pastizales para ampliar la frontera agrícola. Sin embargo, el oficialismo atribuyó el fenómeno al clima seco y a los vientos.
El ministro de Defensa, Javier Zavaleta, uno de los integrantes de un gabinete de emergencia, señaló que el gobierno ha desplegado esfuerzos para apagar los incendios, pero subrayó que han descubierto en los últimos días que, de manera intencional, se vuelve a provocar fuego.
"Tenemos la certeza que el fuego está siendo provocado de forma deliberada: por un lado por saboteadores, y por otro lado, por agricultores y hacendados que están iniciando fuego y no los logran controlar", señaló en rueda de prensa.
El jerarca acotó que "éste es un juego macabro, apagamos el fuego y hay personas que a nuestras espaldas que lo están iniciando de nuevo, así no vamos a poder controlar el fuego".
La gobernación de Santa Cruz informó que en los primeros nueve días de septiembre se han registrado 2,421 nuevos focos de incendio en esta región. Los siniestros comenzaron en mayo pero se extendieron en agosto.