Intereses que rozan los dobles dígitos y la posibilidad de adueñarse de clubes icónicos por cantidades muy reducidas son los alicientes que llevan a los fondos americanos a prestar dinero a los grandes equipos en este momento de crisis causada por el coronavirus, con el acuerdo entre el Inter de Milán y el grupo Oaktree como último ejemplo de un fenómeno en vertical crecimiento.
El fútbol herido por las consecuencias de la pandemia se convirtió en oportunidad de negocio con riesgo cero para los grandes fondos internacionales, que aumentaron su poder sobre el fútbol italiano después de que el grupo Elliot ya se adueñara del Milan en el 2018, explica Marco Bellinazzo, escritor y experto de industria del deporte.
“Este fenómeno tiene dos ángulos. Por un lado, la situación de la pandemia dejó mucha disponibilidad económica en los fondos para invertir, y por otro lado, el sistema fútbol es mucho más frágil a nivel financiero”, asegura el experto, periodista del primer diario económico de Italia, “Il Sole 24 Ore”.
“El fútbol europeo en diez años, entre el 2010 y 2020, vio multiplicar sus ingresos, que pasaron de cerca de trece a 23,000 millones de euros. En este momento está retrocediendo, pero es obvio que esta industria va a volver a correr. Perderá entre seis y ocho mil millones en los próximos tres años, pero va a volver a dar dividendos”, prosiguió.
Con esta convicción el fondo estadounidense Oaktree, fundado en 1995 en Los Ángeles y con delegaciones en Nueva York, Londres, Hong Kong, Tokio o Sídney, acordó con el grupo Suning, dueño del Inter, realizarle un préstamo de 275 millones de euros que el club milanés deberá devolver en tres años.
En el caso de que el consorcio chino no devolviera esta cantidad, el fondo estadounidense volvería a negociar con la propiedad del club y podría adueñarse del porcentaje del Inter que le pertenece, el 68%.
No sería una novedad absoluta en el fútbol italiano, pues en el 2018 el Milan, entonces propiedad del inversor chino Li Jong Hong, pasó al fondo Elliott después de que el empresario asiático no devolviera un préstamo de 340 millones de euros.
Era el 2018 y, tres años después, Elliott cuenta con un club que está volviendo a la elite del fútbol europeo, al clasificarse el último domingo para la Liga de Campeones.
“Se trata de operaciones con cero riesgo para los fondos. Elliott lo hizo esperando que el club terminara en sus manos y al final fue lo que consiguió. Consiguieron a un club que en la actualidad vale cerca de mil millones”, destaca Bellinazzo.
En el caso del Inter, el club se encomendó a un coloso americano aún más potente que Elliott, al contar con propiedades y un poder económico de 600,000 millones de euros, por los 50,000 millones controlados por el dueño del Milan, asegura el experto.
El conjunto interista usará el dinero recibido por Oaktree para financiar los gastos de gestión y los sueldos de la plantilla, con la que la directiva alcanzó un acuerdo para retrasar el pago de varios meses para hacer frente a las pérdidas causadas por la pandemia.
Eso sí, el préstamo de Oaktree no será usado por el Inter para el mercado de fichajes veraniego, que se deberá financiar con la venta de futbolistas de la actual plantilla.
El equipo entrenado por Antonio Conte gastó cerca de 150 millones de euros para pagar las fichas de sus jugadores en la recién terminada temporada, con el belga Romelu Lukaku y el danés Christian Eriksen como elementos más pagados, con 7.5 millones de euros netos anuales.