El gobierno chileno del presidente Gabriel Boric dio hasta la tarde del martes para que pequeños grupos de camioneros despejen las rutas que ocupan parcialmente en demanda de rebajas en peajes y en el impuesto a los combustibles, además de mayor seguridad en las carreteras.
Boric advirtió más tarde que “no es aceptable y es nuestro deber como gobierno y mi deber como presidente de la República garantizar el libre tránsito por nuestro país”. Ratificó el plazo dado a los camioneros y dijo que “si no, imperará la ley y nosotros como gobierno vamos a hacer valer la ley”. No dio más detalles.
La policía dijo que hay cortes de ruta en las cercanías de ocho de las decenas de ciudades. A media tarde al menos un grupo de camioneros despejó la ruta.
Los camioneros movilizados no pertenecen a ninguna de las grandes agrupaciones que los reúnen ni cuentan con su apoyo y critican que disminuyan el tránsito por las vías al ocupar algunas pistas. La movilización fue empujada luego de un ataque el viernes con disparos de fusil a un conductor, cuya vida peligra, en una zona del sur donde los atentados son cosa de casi todos los días.
El gobierno inició negociaciones con los dirigentes del sector, entre los que no estaban los pequeños grupos movilizados desde la víspera.
“Nuestro gobierno siempre ha estado disponible al diálogo y a pesar de que hemos establecido un trabajo con los gremios más importantes de transportistas y camioneros, actualmente hay algunos que han definido, antes de las conversaciones, paralizar y cortar las rutas de nuestro país”, afirmó la ministra de Interior, Izquia Siches.
El gobierno de Boric enfrenta la paralización parcial en momentos en que buscaba reinstalar su agenda política luego de dedicar un par de semanas a frenar, con éxito, un proyecto parlamentario para enfrentar una ola inflacionaria con el retiro de unos US$ 15,000 millones desde los fondos de ahorros de pensiones.
El freno a los retiros de dineros de pensiones incrementó voces transversales que demandan ayudas económicas a los grupos más vulnerables afectados por la inflación. La noche del lunes anunció que elevará, en dos etapas, el salario mínimo desde 350,000 pesos (US$ 417), a 400,000 pesos (US$ 475).
Boric llegó al gobierno el 11 de marzo con una inflación cercana a los dos dígitos en doce meses, en un país acostumbrado a un alza del costo de la vida anual en torno al 3%. Chile cerró el 2021 con una inflación de 7.2%. El primer trimestre del 2022 alcanzó un 3.4%, tras sumar un 1.9% en marzo, la mayor cifra en un mes en 29 años.
La supuesta inactividad parlamentaria del gobierno que denuncia la oposición derechista y el impacto de la inflación han incrementado la desaprobación de Boric, que esta semana llegó a 53%, tres puntos más que hace siete días.